En la actual configuración relativa al estrato social de población, los mayores hemos adquirido un papel específico, entre otros factores por la baja tasa de natalidad y por caminar hacía una etapa de vida creciente, tal cual ocurre a todas las capas de la sociedad en los países más avanzados. De lo primero, no tenemos culpa, de lo segundo procuraremos defendernos como podamos puesto que entre generaciones, las relaciones cambian; así que entre todos no habrá más remedio que adaptarse en lo normal y entenderse para que no pidan que debamos aportar más sacrificios de los que ya se tiene encima. Hablar sobre esto con intervención directa de este colectivo es necesario para que en este abordaje todos estemos implicados. Es raro, pero en la actualidad, ni siquiera conocemos un representante al que acudir. Componemos un enorme grupo híbrido en constante evolución que requiere adaptar servicios y programas a las necesidades que se van incorporando y garantía absoluta de respeto hacía cualquier persona, tan elemental como evitar un tropezón con una maldita loseta. Allá por 1968 hubo un médico gerontólogo, psiquiatra y escritor llamado Robert Butler, al que se le ocurrió acuñar el término edadismo para referir los estereotipos existentes en relación con la edad. La triste fatalidad es que casi todos conectan en una mezcla de elementos perjudiciales hacia la persona de edad que, erróneamente, no es ningún lastre tal quieren catalogar. La ventaja, es que es una gran masa que puede ser determinante en la decisión de algunos asuntos. Que se contemple el papel de las administraciones públicas ante situaciones de urgencia que supongan sufrimiento y riesgo para la integridad física de las personas, como pasos de peatones, semáforos, aceras, etc. es de justicia. Ya sabemos que la vejez es fea, pero solo lo es por fuera. Y que debería provocar debates, también. No hay que olvidar que se trata de personas para las que su mayor valor es vivir su tiempo de la mejor forma posible. ¿Por qué cuando se necesita más ayuda y atención por las muchas carencias propias de la edad, más castigo se recibe? 'Estamos' y quedamos a la espera de respuesta.