Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Paciencia, por favor

23/10/2024

En este mundo estresado en que vivimos, la paciencia como valor cada vez cobra más importancia. Las pasadas semanas pude «palentinear» en lo gastronómico, desafortunadamente no pude hacerlo en lo baloncestístico. Acudí a conocer dos recientes aperturas, con buenas y muy buenas sensaciones, y comprobé que vivimos con el hacha demasiado afilada y entre las muchas cosas que hemos perdido, la paciencia es una de las más importantes.
Es muy difícil una apertura de un negocio, en hostelería he vivido y sufrido unas cuantas. Y a las cosas hay que darlas su tiempo; a las masas para fermentar, a los guisos para cocer, a los edificios para asentarse, a los grupos humanos para ensamblarse. 
Estuve en el restaurante 19 de la Calle Mayor de Palencia, que tiene muy buena pinta, ya sólo la extraordinaria originalidad de su ensaladilla rusa con lascas de atún Balfegó y la tarta de queso merecen un viaje por sí mismas. Detalles de buen gusto en decoración, mucho cariño e ilusión en personas clave como María en sala, harán que sea un éxito, evidentemente lo notaremos más cuando terminen de conjuntarse las piezas, y le den protagonismo al universo quesero, como corresponde por quien está detrás del negocio, estoy seguro. En mi opinión, quizás apostarlo todo al Josper sea un riesgo excesivo, no les da oportunidad de equivocarse y elimina algo de diversidad de opciones, igual con algún guiso en platos principales… 
Fui a Castizo en Valladolid, esa pica en Flandes de Alberto Villegas en inmejorable ubicación. Pequeñito, coqueto, con su tortilla y croquetas brillando desde el primer minuto y unas raciones y tapas de muy alto nivel. En cuanto encuentre la figura clave detrás de la barra va a triunfar a lo grande sin duda.
La nueva ubicación de La Traserilla les ha permitido ampliar y mucho la zona de bar y picoteo más informal, que tanto necesitaban. A priori parece que han perdido un poco de encanto por lo bonito del edificio anterior, pero han dejado un precioso comedor interior y el vivo recuerdo de Erika está muy presente. La parte exterior da un juego fantástico, realmente lo necesitaban. Y mantienen su tan buena cocina de siempre. ¿Puede haberse convertido ya en el mejor bar de Palencia?
¡Enhorabuena y ánimo a todos ellos!