Europa -y España en particular- cuenta con una riqueza agroalimentaria fuera de toda duda. Casi cada pueblo, cada comarca, tiene sus alimentos típicos, que en muchas ocasiones son específicos de esa zona, no pudiendo encontrarse en otros lugares. Para dar un valor añadido a esas producciones están las figuras de calidad, reguladas por la Unión Europea (UE), que garantizan al consumidor el origen y un proceso de elaboración, si es el caso, conforme a una serie de normas.
En este contexto, Origen España (asociación española de Denominaciones de Origen) ha celebrado el texto final del nuevo Reglamento Europeo de Indicaciones Geográficas (IIGG) para productos agrícolas, vinos y bebidas espirituosas, publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea hace unos días y que entrará en vigor el 13 de mayo, ya que proporcionará una protección más sólida de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOPs), Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) y Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETGs).
En concreto, el objetivo del nuevo reglamento es ofrecer un marco legal único para las indicaciones geográficas que proteja los productos agrícolas con atributos característicos o reputación vinculados a su lugar de producción. Esta reforma fue promovida durante la Presidencia española del Consejo de la UE y Origen España participó en reuniones de trabajo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para su impulso en términos positivos para las DOPs, IGPs y ETGs agroalimentarias. Este reglamento proporcionará una protección más sólida de las indicaciones geográficas, en particular en internet, ya que por primera vez se extiende la protección no sólo al mercado online, sino también a los nombres de dominio en la red.
Satisfacción por el reglamento de Indicaciones Geográficas«Con este reglamento está prohibido el uso del nombre de cualquier indicación geográfica europea ya registrada en un dominio fraudulento. En este sentido, cualquier Estado miembro de la UE puede bloquear el uso indebido de una nomenclatura. Este paso supone un avance importante porque ahorra procedimientos burocráticos y litigios innecesarios», ha asegurado el presidente de Origen España, Ángel Pacheco. Así, esta norma ayuda a las DOPs, IGPs y ETGs a protegerse del uso indebido de sus nombres y sus productos. «Nos ayuda a frenar la competencia desleal y a controlar usos fraudulentos. Además, asegura que los consumidores reciban información fiable y una garantía del origen y calidad de los productos», ha explicado Pacheco.
Por otro lado, el nuevo reglamento ofrece garantías sobre el empleo de productos amparados como ingredientes en la elaboración de otros productos transformados o envasados. «Ahora, quien quiera usarlo deberá comunicarlo al Consejo Regulador que gestiona esa DOP o IGP de forma previa a su puesta en el mercado. El fabricante deberá asegurar que solo usarán el producto certificado, indicar qué proporciones van a incluir y cómo van a usar el nombre», ha subrayado el presidente de Origen España. En este sentido, Ángel Pacheco ha valorado positivamente el reglamento porque permite a los Consejos Reguladores conocer con exactitud qué productos hay en el mercado usando su producto, algo que asegura la trazabilidad.
Por otro lado, el reglamento establece un marco legal claro con respecto a las agrupaciones de productores y de productores reconocidas, junto con la indicación de las tareas que podrán realizar. «Ahora, como Origen España, deberemos ser llamados para el desarrollo de cualquier iniciativa legislativa, no como entidad invitada, sino como parte interesada, lo que supone un avance relevante para poder trabajar los intereses generales de los Consejos Reguladores, y especialmente en los de los agricultores, ganaderos e industrias alimentarias que los conforman», afirma Pacheco.
Apoyo al rural.
Los productos amparados por estas Indicaciones Geográficas se caracterizan por su calidad vinculada a su origen geográfico con todos los factores que le son propios -naturales, históricos o humanos-. A este respecto Pacheco destaca que las IIGG «tienen un papel principal a la hora de fijar población en los ámbitos rurales porque permite generar un tejido económico en las zonas desfavorecidas, fomentando una riqueza ligada al mundo rural y evitando la despoblación. Por este motivo, cualquier normativa que nos ayude es beneficiosa para el mundo rural y para preservar los pueblos», ha recordado.
Satisfacción por el reglamento de Indicaciones GeográficasAdemás, estas figuras cuentan con un gran punto a favor para los pueblos y comarcas que producen los alimentos y bebidas que se acogen a ellas: las producciones no se pueden deslocalizar, ya que deben su especificidad al medio geográfico en el que se producen. Eso por no mencionar que son clave para promover la imagen de España en el extranjero.
El peso de las indicaciones de calidad en España es muy importante, ya que nuestro país cuenta con un total de 373 DOPs, IGPs y ETGs reconocidas (146 vinos, 212 productos agroalimentarios, 19 bebidas espirituosas y cuatro ETGs) y 34 solicitudes en trámite en la UE. España es el tercer país de la Unión Europea con mayor número, solo por detrás de Italia (890) y Francia (769). En España más de 330.000 agricultores y ganaderos elaboran productos con amparados por estas figuras de calidad, con más de 1,5 millones de hectáreas cultivadas y 2,3 millones de cabezas de ganado. El valor económico de las producciones nacionales con DOP, IGP y ETG ascendió en 2023 a los 6.678 millones de euros, de los que un 30% corresponden a exportaciones, según datos del Ministerio de Agricultura. Esto da idea de que estos alimentos, aparte de ser apreciados en sus zonas de producción, también cuentan con el respaldo de los consumidores fuera de nuestras fronteras.