Antonio Álamo

Antonio Álamo


Cosecha

05/10/2023

Hay un dicho según el cual se cosecha lo que se siembra. Suele ser acertado, suele ser porque no siempre se cumple, pero aquí sí serviría para explicar de forma somera el ambiente caldeado en el que respira la sociedad española. En este caso no podría culparse al calentamiento global, sea cíclico o acrecentado con revoluciones industriales, sino al ciudadano. Al calentamiento ciudadano. Los síntomas, que son evidentes, variados y numerosos, son la consecuencia directa de lo que el editorial de este periódico señalaba el jueves pasado y pudo verse en directo poco antes… «la incapacidad de los dos principales partidos de establecer un debate sereno que trascienda los meros intereses de una y otra formación». 
La cosecha que estamos recogiendo se ajusta a las previsiones estimadas, se veía venir. Y hay ejemplos llamativos. A un expresidente de Gobierno acaban de zarandearlo los suyos por discrepar con el actual, pero lo aplauden los mismos que a través de un colectivo periodístico hicieron todo lo posible para fulminarlo… «había que terminar con Felipe González, esa era la cuestión». Las palabras pertenecen a un reconocidísimo profesional que ahora lo considera como el gran político español del siglo XX. Y más. Un concejal socialista palmeó en un pleno la cara del alcalde de Madrid, en un arrebato chulesco y soez. Y más. La provocación -o la pregunta, según algunos- de un ciudadano al diputado socialista que iba a intervenir en el debate de investidura de Núñez Feijóo ocasiona al AVE un retraso de casi media hora.
¿Dónde está el problema? Pues depende. Según algunos, en las semillas, el momento y el procedimiento. Cosas de la siembra, dirían. Según otros, estaría en el rival o en la pérdida de valores, apreciación discutible porque son cambiantes. Puede parecer una estupidez pero Fortuny y Picasso, sin ir más lejos, tuvieron como referente la Academia de Bellas Artes y los modelos de enseñanza, Hank Marvin lo fue para los grandes guitarristas de rock, Iñaki Gabilondo lo ha sido para bastantes periodistas y lo fueron Fonfría con sus galernas del Cantábrico y Meneses con los paisajes terracampinos. Y otros muchos. En definitiva, lugares donde aprender hay muchos. La cuestión es de quién se aprende.