El presidente de Asaja-Palencia, José Luis Marcos, salió ayer en defensa de los agricultores y ganaderos de la provincia, que esta semana salieron a la calle para «defender su derecho a producir, a ejercer su oficio».
En este contexto Marcos, afirmó que los profesionales del campo «no son los causantes de esa situación, sino una víctima por partida doble. Triple, si es un ganadero, con incrementos semejantes para alimentar a sus animales, sin que pueda repercutir tal sobrecoste».
«También somos consumidores, tenemos familias que comen, vamos a la compra para abastecer despensas y frigoríficos; y notamos que el mismo billete cunde menos. Además padecemos que esa inflación sirva de coartada para oscuras maniobras de mercado que, de modo más o menos directo, acaban minando la viabilidad de nuestras explotaciones», lamentó.
INCREMENTO DEL 25%
En concreto, aseveró que el precio de los alimentos subió de media casi el 12 por ciento en 2023, «sobre unos precios que ya aumentaron el 11,6 por ciento el año anterior». Es decir, en solo dos años el 25 por ciento de encarecimiento en esos productos (y algunos, como en el aceite de oliva, en torno al 100 por ciento). «Cualquier economía doméstica se resiente, por más que se maquille esa inflación con deducciones del IVA, aumentos de salarios mínimos, campañas publicitarias para no desperdiciar comida», dijo.
Se refirió también a una PAC «cada vez más restrictiva y ecologista». Frente a ello, planteó unas políticas agracias «productivas, rentables, realistas y sin trampas». «En el campo queremos trabajar y, por desgracia, tenemos que salir a las carreteras y las calles el miércoles 14 para recordárselo a quien corresponde».