En tres días estrenaremos un calendario nuevo. Este gesto nos recuerda que vivimos bajo la inexorable dictadura del tiempo. Decía el gran Borges que el tiempo es la sustancia de que estoy hecho y, cuando concluye un año, comprobamos que calendarios y relojes son los verdaderos ordenadores de nuestras breves vidas. Al finalizar un año, nos sentimos impelidos a hacer balance de los doce meses pasados con mejor o peor fortuna y nos prometemos a nosotros mismos enmendar los muchos errores cometidos y evitar caer en ellos. Aunque sabemos que no lo vamos a conseguir porque somos seres de costumbres adquiridas y con dificultad para cambiarlas. En nuestra sociedad se han producido importantes acontecimientos que harán recordar este 2024 como un año infausto. El más importante ha sido el tremendo desastre ocurrido en el Levante peninsular hace, hoy, dos meses; tiempo suficiente para que se hayan cumplido las promesas de enviar ayudas para todos los damnificados, promesas aún incumplidas. Es ahora el momento adecuado para analizar las causas  que propiciaron la tragedia y de poner los medios para evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir. A ello dedicó el Rey una parte importante de su discurso navideño el pasado día 24. Insistió también en uno de los hechos que han marcado nuestra convivencia en este año que termina: las fuertes tensiones en el ámbito político que se traducen en el tono bronco y hasta vulgar que se ha impuesto en el modo de expresión de la clase política que padecemos. La principal responsabilidad evidentemente recae en el gobierno, que es quien dirige los asuntos públicos con el propósito de reforzar el muro que separe a los ciudadanos enfrentados por su ideología. Es una táctica peligrosa que no aporta ningún beneficio a la población. En el nuevo año debería corregirse esta hostilidad y mejorar la convivencia entre los políticos, que son quienes deberían dar ejemplo de civismo y tolerancia. El martes, 31, celebraremos el cambio de año con la esperanza de que nuestras vidas sean mejores que el pasado año. Deseo de corazón que así sea y que este 2025 a punto de comenzar nos aporte salud y prosperidad.