Buena parte de ese sentimiento que expongo y que me lleva, viene precedido de las conversaciones mantenidas con personas que me cautivaron por su trayectoria. No quiere decir que todos los demás sobraban, pues todos se complementan y abundan en afirmar lo que necesitamos para seguir creciendo. Estas personas son influencers de su tiempo, cuando las redes sociales no existían y se necesitaba pedir ayuda elemental para estos pueblos tan alejados y desconocidos en su propia provincia. Lores es un pueblo de la Pernía, a cinco kilómetros de San Salvador que contaba con ciento setenta y dos habitantes en 1970. Será en 1976 cuando se constituya el municipio nuevo en San Salvador que integrará también al de Redondo-Areños. Carmen Luisa, que nació en Camasobres, todo lo encontró en Lores, después de tantas ausencias en su vida. Aquí encontró pareja, aquí tuvo a sus hijas y aquí se aferró al trabajo del campo. «Creo que no hay otra manera de conseguir la superación: Todo lo que tengo se lo debo al trabajo». ¿Tú a quién le echas la culpa del abandono que sufren estos pueblos? - le pregunto. «Yo creo que si nosotros mismos no intentamos valorar esto que tenemos, nadie lo hará. Tenemos que luchar por las costumbres que nos han dejado, que son nuestras raíces..., aunque hay que modernizarse». «Si hay que ir con las vacas, vamos con las vacas; a leña, pues a leña, pero a mí que no me venga nadie diciendo que ellos vienen a guardar esto, porque somos los que estamos aquí los que lo hemos cuidado. Esto está perfectamente bien como está, no necesitamos cambiarlo con parques ni con historias raras». ¿Tú matarías al oso? «Yo, no. Llevo quince años aquí y lo he visto tres veces. Una vez en la vaguada de los collados, hace pocos días y en otra ocasión a la entrada de las Tenadas. Me parece bien que las personas que cuidan al oso, si les pagan por ello, lo sigan haciendo, pero a mí no me inmuta, me parece normal, como las personas, ¿por qué tanto cuento con el oso?». Finalmente, ¿Qué se echa de menos en un pueblo como Lores? «Un rato en un bar, un teleclub, un parque infantil, gente de mi edad para cambiar muchas impresiones».