Pecco Bagnaia (Ducati) y Jorge Martín (Ducati) volvieron a ser el centro de atención el pasado fin de semana en el inicio de la temporada de MotoGP, tras lo visto en la campaña 2023, pero habrá que tener un ojo puesto en dos nombres propios, los de Marc Márquez y Pedro Acosta.
Que el italiano sea el centro de atención es lógico, es el doble campeón del mundo de la categoría reina de manera consecutiva en 2022 y 2023, un año que terminó con victoria en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana y ahora ha comenzado 2024 también con un claro triunfo en Catar.
Él va a ser el referente, pero, una vez más, su rival será el mismo que lo fue durante el curso pasado, un Martín que ganó la carrera al esprint del sábado y logró su primera mejor clasificación de entrenamientos de la temporada, si bien necesitará dar un paso adelante para ser el digno adversario que necesita el transalpino en la distancia larga de los domingos.
Como el español, también destacó a buen nivel Brad Binder (KTM), que supo aprovechar la rapidez de la que hace gala en las salidas para consolidarse en la pelea por el podio, pero tanto para él como para el madrileño, el doble campeón del mundo estuvo un paso por delante y esa es la diferencia que deberán enjugar en esta temporada que acaba de comenzar en el trazado de Lusail.
Sin embargo, algunos de los principales focos de atención del fin de semana estuvieron centrados en otros corredores, Marc Márquez y su nueva Ducati de 2023 y Pedro Acosta y su Gas Gas, aunque obviamente por distintos motivos en ambos casos.
Hubo mucho interés en saber cuál sería el rendimiento del de Cervera con su nueva moto, después de 11 años como piloto de Honda y, lo cierto es que cumplió con las expectativas que había suscitado. Un quinto en la carrera al esprint y un cuarto en la del domingo dejaron entrever que, cuando el ocho veces campeón del mundo lo tenga dominado, el prototipo de Borgo Panigale va a ser, sin ningún género de duda, uno de los a tener en cuenta cada fin de semana.
Igual que le sucederá al 'Tiburón' Acosta, aunque el natural del Puerto de Mazarrón no calculó bien sus 'mordiscos', algo que no se le puede recriminar en su primera carrera en la categoría reina, en la que él mismo señaló que había sido como si perdiese la 'virginidad', y es que le pudo más la pasión que la estrategia y, al final de la prueba, pagó caro ese error.