Todo jugador necesita encontrar al entrenador que saque de él su mejor versión. Muchos futbolistas albergan en su interior un potencial esperando ser despertado por alguien elegido, tocado por la varita. Pep Guardiola lo es y muchos profesionales pueden dar cuenta de ello. Mikel Arteta, 'pupilo' del de Santpedor, logró bajo el 'ala' de su 'maestro' adquirir los conocimientos necesarios para explotar el talento de los miembros de su plantilla. Y uno de los mayores agraciados esta temporada ha sido un Kai Havertz que parecía que estaba desaprovechando un nuevo tren en su carrera hace unos meses.
El atacante alemán aterrizó el verano pasado en el Emirates Stadium para vestir los colores del Arsenal después de una infructuosa etapa en el Chelsea. Es cierto que con los 'blue' se proclamó campeón de la Liga de Campeones en 2021, pero nunca llegó a consolidarse dentro del once titular de un combinado que abonó al Bayer Leverkusen 80 millones de euros por él en septiembre de 2020.
Como muchos otros talentos de la escuela germana, Havertz aterrizó en la élite gracias al 'trampolín' del cuadro de las 'aspirinas'. Brilló en el primer equipo durante cuatro campañas y dejó allí otra joven promesa que se encargaría de ocupar su hueco, un tal Florian Wirtz que este año ha explotado de forma definitiva con Xabi Alonso.
Aunque en su primer curso en Stamford Bridge pasaría a la historia al anotar el gol que le otorgaría a la entidad inglesa su segunda Champions, los números reflejaron un bagaje pobre del alemán. No llegó a dobles dígitos de dianas (nueve) y asistencias (seis) entre todas las competiciones, totalmente desubicado en el entramado de Thomas Tuchel, que lo alternó en la posición de mediapunta y delantero centro.
Aumentaría sus cifras en su segunda campaña en Londres, asentado ya como titular indiscutible en un equipo que acabaría naufragando en la 22/23, con cuatro entrenadores durante 38 encuentros. Con Havertz desconectado dentro del juego del Chelsea, el germano decidió dar un nuevo paso en su carrera. Pese a que sus prestaciones evidenciaban un claro declive, Arteta apostó muy fuerte por él e hizo pagar al Arsenal 75 millones de euros.
La jugada parecía no estar saliendo bien, ya que aquella apatía, sobre todo de cara a portería rival, que había perseguido al canterano delLeverkusen en Stamford Bridge parecía darle caza de nuevo en el Emirates.
En 24 jornadas de Premier anotó cuatro goles, pero el técnico vasco no perdió la paciencia. En tan solo cuatro duelos transformó el mismo número de dianas que llevaba hasta la fecha, además de repartir dos asistencias. Su confianza se disparó y, con ella, su aportación al combinado 'gunner'.
Esta temporada ya ha sobrepasado los 3.500 minutos de juego, en los que ha logrado 13 goles (12 en la Liga inglesa) y seis asistencias. Pero su importancia dentro del equipo va mucho más allá de los números. Havertz se ha convertido en la bisagra perfecta entre el centro del campo y el ataque del Arsenal, siendo un punto de enlace para todos sus compañeros en esa posición de 'falso nueve', donde ha encontrado acomodo en un curso en el que las lesiones han apartado de la titularidad a Gabriel Jesus.
Su papel clave dentro del entramado táctico de Arteta también la evidencia la estadística avanzada. El germano está dentro del uno por ciento de jugadores de los cinco grandes campeonatos europeos que más toques realiza en el área rival, además de ser de los mejores también en lo que se refiere pases progresivos recibidos.Esto se traduce en que su participación en las jugadas decisivas de su combinado es superlativa. Arteta, al final, ha posibilitado que encuentre su sitio.