Paredes de Nava: 120 nuevos vecinos en dos años

ALMUDENA ÁLVAREZ (EFE)
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El 25% son españoles, el resto, cubanos, argentinos, colombianos, uruguayos, peruanos, venezolanos y ucranianos, entre otros · La localidad apuesta por la cultura y el cambio de mentalidad de los vecinos

Paredes de Nava: 120 nuevos vecinos en dos años - Foto: FOTO SOL

¿Es posible mantener la población en un pueblo de 1.900 habitantes cuando cada año mueren 50 y nacen menos de diez? El Ayuntamiento de Paredes de Nava está demostrando que sí lo es, con un modelo de repoblación innovador y ejemplar con el que ha logrado sumar 120 nuevos vecinos a su censo en solo dos años.

La lucha contra la despoblación se ha convertido en una obsesión para el consistorio. «Esto no es echar hormigón o alicatar. Ha de existir una vocación», aseguró  el alcalde de la localidad, Luis Calderón, en una entrevista a EFE en la que ofrece las claves de la batalla que ha emprendido este municipio palentino.

Pero también hace falta poner empeño, imaginación, creatividad, humanizar los procesos y sobre todo «actuar» e innovar socialmente, «porque estamos haciendo algo nuevo, que no se está dando en otros sitios pero que es totalmente extrapolable», apuntó.

Su herramienta, un modelo de repoblación pionero con el que el Ayuntamiento está consiguiendo revertir una situación que amenaza a muchos pueblos de la España Vaciada. En el caso de Paredes de Nava, la Guerra de Ucrania marcó un antes y un después. Este pueblo fue uno de los primeros de España en acoger refugiados, y con la colaboración de otros ayuntamientos lograron traer a 200 refugiadas a la provincia.

«Nos dimos cuenta de la capacidad que teníamos como Ayuntamiento, pero también de la capacidad de acogimiento de nuestros vecinos», afirmó Calderón. «Esa capacidad de acogimiento tiene que existir para que pueda iniciarse un proceso repoblador», señaló.

Oficina de repoblación. El Ayuntamiento de Paredes entendió que había que asumir una nueva competencia que no está en la Constitución ni en los Estatutos, la repoblación, y actuó sin esperar a que el Estado o la comunidad la legislara y la financiara. «Un ayuntamiento rural no solo tiene que estar pendiente del agua o el alumbrado, también de repoblar», afirmó Calderón.

Dicho y hecho, el primer paso fue crear, hace dos años, la Oficina de Repoblación. Una subvención del Miteco permitió licitar un contrato público para su gestión, adjudicada a la empresa Arraigo, que es quien detecta las necesidades laborales, busca vivienda y contacta con gente de ciudades que quiere ir a los pueblos.

En esta oficina, cuya responsable es la concejala Yolanda Diez, se está llevando a cabo un proyecto piloto de lo que puede ser la repoblación a nivel municipal. «Es un concepto, no una oficina con una mesa esperando a que venga alguien a empadronarse, es un concepto dinámico, casi es una obsesión», sostiene el alcalde.

En solo dos años ha logrado atraer y asentar 120 nuevos pobladores, familias enteras que viven, trabajan y llevan a sus niños al colegio. El 25% son españoles, el resto, cubanos, argentinos, colombianos, uruguayos, peruanos, venezolanos y ucranianos, entre otros. Hay incluso una familia de refugiados sirios que han llegado de la mano de Cruz Roja.

Se apuesta por la cultura y cambio de mentalidad de los vecinos. Esta riqueza de nacionalidades y culturas está propiciando un cambio en la mentalidad de los vecinos necesario para que ese acogimiento se convierta en integración.

Pero además el Ayuntamiento está generando un ambiente cultural y de ocio que resulta atractivo a sus vecinos y a los que llegan.

En Paredes de Nava, cuna de los Berruguete y de Jorge Manrique, forma parte del Museo Territorial Campos del Renacimiento, hay un Centro de Artes Escénicas con un auditorio para 400 personas, un Museo del Cuento y la Ciencia ideado por la artista Rosana Largo y una Casa de Títeres creada por un titiritero argentino.

Cada año entrega el Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique, que ha conseguido que uno de los poetas premiados, el cubano Sergio García Zamora, se mudara al municipio donde ha creado dos talleres literarios para mayores y pequeños con los que recorre otros pueblos de la provincia.La Oficina de Repoblación trabaja también para que haya disponibilidad de vivienda para esos nuevos pobladores, porque hasta en la España vacía es difícil encontrar un techo para vivir. «Que haya problemas de vivienda es una buena noticia porque quiere decir que hay gente que quiere venir», afirmó Luis Calderón, acostumbrado a darle la vuelta a los problemas.

De momento han conseguido alquilar 32 viviendas en el pueblo. «La Oficina de Repoblación supone una garantía para los propietarios que muchas veces son reacios a alquilar», explicó Calderón. Pero además hay una promoción de Somacyl para construir 10 viviendas para alquilar en la antigua harinera y se están rehabilitando las viviendas de la estación.

También hay que generar trabajo y en Paredes no dudan de que esta pata debe apoyarse sobre la agroalimentación y las renovables. El 5 de julio se puso la primera piedra de una planta de extracción, refinado y embotellado de aceite que en una primera fase generará 40 empleos y en total supondrá 70.

De forma paralela, se trabaja en otras iniciativas como las renovables, el proyecto Hijos de las nubes para atraer a pastores saharauis y se ha puesto en marcha un coworking para facilitar el teletrabajo.

El Ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos un vehículo eléctrico que garantiza el transporte a la demanda de sus vecinos y dos líneas de autobuses que permiten que los vecinos de siete localidades del entorno puedan acudir al pueblo a comprar, al banco, al médico o al bar La Educación no es una competencia que dependa del Ayuntamiento, pero en Paredes tienen claro que están consiguiendo mantener las aulas gracias a la gente que llega de fuera y que hay que facilitar su integración y «encaje».

«Un colegio rural en un pueblo como Paredes mantiene clases con 15 niños pero con los mejores índices PISA de Europa. Eso es un atractivo para la repoblación porque hay gente que valora mucho la educación de sus hijos», explica Calderón.

Con todo, Luis Calderón tiene claro que asumir esta competencia en repoblación «exige un ejercicio de imaginación» y mucha creatividad, porque es algo nuevo, que no existe, que no está regulado en ninguna parte, y que se va articulando cada día con ideas nuevas, con soluciones nuevas.