Un escenario icónico para un ciclo musical icónico. Así se resumió la actuación de la británica Izo FitzRoy para dar el pistoletazo de salida a un denominador común en cada programación de San Antolín, el ciclo musical Palencia en Negro. 

Con la Bella Desconocida de fondo, la cantautora internacional de gospel y blues, acompañada de su coro, puso a bailar a la legión de seguidores palentinos con muchas de las canciones que incluye su tercer y último álbum, estrenado el pasado abril, A Good Woman.

El ambiente durante los minutos previos a las 22 horas reflejaba cierta timidez por parte del público. Sin embargo, el chorro de voz de Izo FitzRoy en las primeras canciones, tan melódico como consistente, inundó la plaza de la Inmaculada, rebotando en la Puerta de los Novios, y puso a bailar a los asistentes. 

A pesar de que la temperatura podría haber sido más generosa, el público se encargó de añadir la nota cálida en un concierto en el que el sonido de la guitarra eléctrica al comienzo de Red Line o la batería al inicio de Day by Day marcaron los picos de efusividad de la noche.

El de ayer fue el comienzo de un ciclo musical compuesto por dos jornadas más que se extenderá hasta el sábado. Hoy es el turno del trío belga conformado por Wouter Celis, el contrabajista Jack O'Roonie y el batería Frankie Gómez, quienes se subirán al escenario bajo el nombre de  Doghouse Sam & His Magnatones. Ya mañana, el músico español Tito Ramírez pondrá el broche de oro a esta edición de Palencia en Negro con su mezcla de ritmos y su amplio repertorio de géneros.