«Cruz Roja y Accem son dos organizaciones cuyo trabajo es extraordinario y gracias a las cuales se ofrece la acogida a la población inmigrante que llega a Castilla y León». La consejera de Familia, Isabel Blanco, marca distancias con el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, después de que éste acusará a Cruz Roja y Accem de «colaboradoras necesarias» para la llegada de inmigrantes ilegales a España y denunció que «bajo una apariencia de solidaridad» están participando de la «industria lucrativa» del tráfico ilegal de personas. Una afirmación que la responsable autonómica de Servicios Sociales no comparte y, en declaraciones a la Agencia Ical, quiso agradecer la labor de Cruz Roja y Accem realizan en Castilla y León. «Hablamos con ellas y trabajamos habitualmente, de forma continua. Hay que agradecer la labor que realizan, como las de todo el Tercer Sector que trabajan con la población inmigrante». Blanco alabó los proyectos que desarrollan ambas entidades y quiso dejar claro que la «posición» de la Consejería, que «tiene las competencias en materia de personas migrantes», es que Castilla y León «siempre ha sido tierra de acogida, como destaca el propio presidente de la Junta, y lo va a seguir siendo».
La consejera también hizo hincapié en la idea de que en Castilla y León «no se debe asociar delincuencia con inmigración» e insistió en agradecer la labor de Cruz Roja y Accem, ahora que se cumplen dos años de la importante llegada de refugiados causada por el inicio de la guerra en Ucrania. «Es importante el trabajo que realizaron esos días. Es el momento para agradecer y así lo hacemos».
Mucho más contundentes se mostraron los partidos de la oposición en Castilla y León, que arremetieron desde las Cortes autonómicas contra las palabras del vicepresidente de la Junta. La viceportavoz del Grupo Socialista, Patricia Gómez Urban, espetó que los «verdaderamente peligrosos» no están en el barrio de Gamonal, en Burgos, ni en el de Las Delicias, en Valladolid, y sí «sentados en la Vicepresidencia» de la Junta. Por su parte, Francisco Igea tachó de «sinvergüenza y payaso» a García-Gallardo, y señaló al PP como «cómplice» de sus palabras «xenófobas». «Ustedes utilizan a este payaso para que Mañueco de parezca un ser respetable pero no lo son, no son respetables, ustedes permiten que esto esté sucediendo». También se pronunció el delegado del Gobierno, Nicanor Sen, que defendió la labor que realizan organizaciones no gubernamentales como Cruz Roja en Castilla y León, y puso en valor los programas que llevan cabo y que les hacen ser un servicio público esencial.
Por último, la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla y León (EAPN) lamentó la «relación directa y carente de base estadística que se ha intentado establecer entre la inmigración y la criminalización» y que puede «estigmatizar» al colectivo. Además recordaron que estas organizaciones están sujetas «a un riguroso control de su financiación por parte de la Administración».