Tenía marcado en rojo el duelo ante el Getafe desde el pasado 13 de agosto, cuando acabó desquiciado por la defensa 'azulona' y expulsado en el Coliseum, poco antes del descanso.
«Tenía muchas ganas de jugar este partido, porque en el duelo de la primera vuelta me expulsaron. Esto lo tenía dentro», reconoció el pasado sábado Raphinha tras proclamarse 'MVP' del encuentro. Y es que el Barça, en su mejor versión de la temporada, goleó al cuadro madrileño en casa (4-0) con un brasileño desatado.
En su primer partido como titular tras superar una lesión, el extremo marcó, a los 20 minutos, el primer tanto del choque y dio la asistencia de Frenkie de Jong en el tercero.
Además de aportar su trabajo habitual en la presión y la recuperación tras pérdida, el punta del azulgrana fue un pesadilla para el Getafe por la derecha e interpretó como nadie su presión alta para explotar su movilidad y capacidad para atacar al espacio.
Pudo anotar un par de dianas más y sumar alguna otra asistencia en un centro que Gündogan no alcanzó a cabecear en boca de gol, y un pase a Joao Félix que se le marchó largo por poco, con Soria ya batido. Aún así, su incidencia en el juego resultó capital.
«Para mí este partido era especial. He vuelto de la lesión y me siento feliz por tener minutos y por volver a marcar y asistir. Sin embargo, lo más importante es la victoria», destacó tras el choque.
Para el brasileño no está siendo una temporada fácil. En total, ha participado en 24 partidos y ha marcado cinco goles y repartido ocho asistencias. El curso pasado, el primero como culé, lo acabó anotando 10 dianas y regalando 12 pases de gol. Además ha tenido que convivir con la irrupción de Lamine Yamal, que actúa en su misma posición.
En cualquier caso, Raphinha aseguró que con el canterano azulgrana no le preocupa, más bien al contrario. «Competir con Lamine es un privilegio, porque va a ser un jugador de alto nivel. La competencia nos hace mejores a los dos. En un equipo como el Barça hay que tener siempre esta competencia», sentenció el 'MVP'.