El humorista Juan Amodeo presentará mañana, a las 18,30 horas, en el Teatro Ortega su nuevo show titulado Avenate.

Esta actuación mezcla la improvisación con el público, anécdotas reales que parecen inventadas, otras inventadas que parecen reales, un texto ácido e irónico y una sorpresa única para los palentinos.

¿Cómo comenzó su gusto por la comedia y el humor?

Mi gusto por la comedia comenzó de pequeño. Siempre veía un programa típico de sábado por la noche donde salía Paco Gandía, un humorista de Andalucía. Yo me reía muchísimo con sus chistes y me di cuenta de que quería dedicarme a hacer reír a la gente. Ver que, con un buen chiste, podía hacer que alguien se sintiera mejor, aunque su día no fuera tan bueno, me fascinaba. 

¿Y su trayectoria profesional?

Empecé haciendo teatro aficionado en mi colegio a los quince años, haciendo obras de Jardiel Poncela y de Miguel Mihura, que eran puramente humorísticas. Ahí me di cuenta de que quería seguir por ese camino. Más adelante, busqué bares en los que pudiera actuar, los encontré en páginas como Mil Anuncios y así fue como empecé a desarrollarme como monologuista. Las redes sociales llegaron después como una herramienta para llegar más fácil al público y para que la gente pudiera conocerme.

¿Qué le inspiró a crear este show?

Lo que inspira a la mayoría de los comediantes es el día a día. Fijarte en esos detalles cotidianos que tal vez pasan desapercibidos para muchos, pero que tienen una locura detrás, que al ser expuestos en un show, libro o vídeo, te das cuenta de lo absurdos que pueden llegar a ser. Esos momentos de locura que todos hemos vivido y esas situaciones que todos compartimos, me inspiran para crear mi humor.

¿Cómo ha evolucionado su estilo desde sus comienzos hasta ahora?

Al principio mi humor era mucho más blanco, intentaba no meterme en muchos jardines, pero a medida que fui creciendo, empecé a preocuparme por temas más complejos. A los dieciocho o diecinueve años hablaba más sobre la universidad, las peleas con mis padres o los problemas típicos de esa edad. Ahora, con treinta años, mis preocupaciones son otras y, sin querer, eso se ha reflejado en mi estilo. Es cierto que mi humor ahora es más ácido y a veces toca temas de crítica social.

¿Qué diferencia encuentra entre hacer un show en vivo o crear contenido para redes sociales?

Para mí, lo mejor de los shows en vivo es la interacción directa con el público. El feedback es inmediato: puedes escuchar las risas, los aplausos, ver las reacciones en tiempo real. En las redes sociales, el proceso es más lento y, a veces, no tienes esa respuesta directa. Además, en el escenario, el ambiente es mucho más dinámico y divertido para mí.

¿Qué papel cree que juega el humor en la actualidad?

El humor tiene un papel fundamental, y más ahora que estamos viviendo tiempos complicados. En un mundo donde las noticias muchas veces son malas y el ambiente tiende al pesimismo, una risa, aunque sea por unos minutos, te ayuda a desconectar de esa tristeza y a ver las cosas desde otra perspectiva.

Si pudiera compartir escenario con algún comediante, ¿quién sería y por qué?

Me encantaría compartir escenario con Paco Gandía, el humorista andaluz que tanto me inspiró cuando era joven. Lamentablemente, ya falleció. Pero si hablamos de comediantes actuales, Goyo Jiménez o Berto Romero son dos referentes del humor y tengo muchísimo respeto por su trabajo.

¿Qué mensaje envía a los palentinos para animarles a ver el show?

Les diría que vengan a disfrutar, que se tomen una hora y media para reír y desconectar de la rutina diaria. Les prometo que saldrán más felices de lo que llegaron. ¡Va a ser una gran tarde de risas y buen rollo!