En el otoño de 1996 me desplacé desde Bilbao al Valle de Angulo para entrevistar a Faustino Varona, entonces colaborador del Diario Palentino en Valderredible. Angulo es una localidad menor que agrupa siete localidades al noroeste de las Merindades, en la provincia de Burgos. Mi idea era rescatar la opinión de cada gremio y, algunos de los elegidos, como Faustino Varona, se sinceraban tanto, que salían por todas partes esquirlas de dolor, recuerdos y folklore.
No podía encontrar mejor ejemplo que la voz de este sacerdote, que ejerció en Valderredible durante ocho años y que vino a pasar sus últimos días a este rincón de Burgos. «Angulo es un pueblo olvidado por la Administración, con pocos vecinos y un odio a muerte entre ellos que se ha hecho insoportable. Quise hacer algo, empezar a base de paciencia y de buenas maneras, pero todo fue en vano. Aquí no se habla nadie con nadie y la basura nos está cercando».
Por duro que parezca, me estaba describiendo la situación de muchos pueblos. Al olvido de tantos pueblos en su trajín diario, se suma ese «odio a muerte» entre ellos. «Quedamos pocos. Y quedamos los peores», suelen decirme cuando sale el tema o colación. Y ahonda más allá, en la realidad, la que padecemos todos los que nos hemos decidido a contarlo: «La rebelión ya la hemos hecho los que nos exponemos a contar la crónica diaria, y, sin embargo, no tenemos el apoyo de los que defendemos».
Le pregunto: ¿Valderredible es palentino o cántabro? «Es cántabro, ahora bien, tiene unas entradas palentinas muy grandes en la parte de Báscones de Ebro. La duda se hace muy grande porque mucha gente que viaja en autobús cambia nueve veces de provincia».
Sus primeras homilías en Galicia le sirvieron de pasaporte para América por donde anduvo veinte años investigando para el Vaticano. No hay pueblo malo, afirma, pero reconoció que la última misión en Angulo, este apéndice de Burgos, fue la más difícil de cuantas le tocó vivir.
Faustino Varona falleció en Santander el día 2 de junio de 2014, a los 88 años de edad. DEP