Editorial

Las consecuencias económicas de una sequía general prolongada

Diario Palentino
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Leguminosas y cereales se llevan la palma en pérdidas y, por extensión, en indemnizaciones

Hablar de sequía general y prolongada en momentos como estos, caracterizados por las precipitaciones que dejan sucesivos frentes y borrascas, puede resultar paradójico o, cuando menos, chirriar a quien no deja ni un momento el paraguas o al que organiza un evento al aire libre y se ve obligado a buscar alternativa en un espacio a cubierto. Y, sin embargo, más allá de las lluvias actuales, el sector primario ha padecido -y lo conoce a fondo- las consecuencias de esa sequía en sus cosechas, hasta el punto de verlas reducidas en porcentajes significativos, cuando no completamente perdidas. No hace tanto que nos hacíamos eco de ese problema, por otra parte, generalizado en toda España, al tiempo que dábamos cuenta de los niveles históricamente bajos de nuestros embalses, problema que se traducía en restricciones de los riegos y que en algunos puntos amenazaba con extenderse incluso al ámbito del abastecimiento público y doméstico. 

 Por esa razón, las indemnizaciones de Agroseguro (Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados) se elevan este año nada menos que a 26,3 millones de euros, diecinueve más que el pasado año y con un incremento del 142,7 por ciento en la superficie afectada. Pues bien, el 85,6 por ciento del volumen total que recibirá el sector primario en la provincia responde a un solo factor, el de la sequía que, como recordábamos, afectó a toda España, iniciándose en Andalucía, para luego extenderse a La Mancha, la zona centro, el valle del Ebro y a comunidades como Castilla y León y otras del norte peninsular. El panorama ante las escasas o nulas precipitaciones y las altísimas temperaturas, que llegaron a provocar hasta cuatro olas de calor, era desolador y eso ha tenido una importantísima repercusión en el balance de la cosecha y en el sector de los seguros agrarios.

En el caso de Palencia, han sido las leguminosas y los cereales los cultivos que se han llevado la palma en cuanto a pérdidas y, por ende, en cuanto a indemnizaciones, con el 92,6 por ciento de esos 26,3 millones. Por supuesto, es un consuelo para los agricultores afectados contar con este respaldo cuando vienen mal dadas, como este 2023, y eso es importante para alejar la sombra acechante de la ruina y para seguir adelante con unas explotaciones que, a lo que se ve, no siempre son rentables. En Agroseguros enfatizan que los palentinos son fieles y constantes en cuanto al seguro, al menos, en el caso de los cultivos herbáceos. 

Puede parecer, a simple vista, que un seguro es caro cuando las cosas van bien, pero no cabe duda de que es imprescindible y un auténtico salvavidas en momentos como estos.