Urbano Revilla Vitoria nació el 21 de diciembre de 1959 en Espinosa de Villagonzado. Su padre, Casto, ejercía allí como maestro y a los tres años regresó a la capital. En ella formó una familia con Elena, su mujer, y ya son 35 años juntos. Tiene dos hijas casadas, María y Diana y, todavía sin nietos de los que disfrutar, todo lo que le apasiona y ha forjado su espíritu vital y locuaz le permite estar activo, sin perder el contacto con la recopilación e interpretación de canciones del folklore tradicional, tarea en la que lleva más de cuatro décadas. Y ahí sigue de lleno con el grupo Yedra, sin abandonar los ensayos y grabaciones ni tampoco los conciertos.
«Casi de niño, con 17 años empecé a introducirme en la música tradicional en un grupo llamado Viejo Rincón. La música me encanta y en mi familia siempre se ha cantado y tocado con instrumentos. Mi abuelo, de nombre Casto como mi padre, pertenecía al Ejército y allí tocaba en una banda de música. Comparto esta pasión con Elena, mi mujer, desde novios. Es músico de profesión y pianista, carrera que cursó junto a la realización de los estudios de solfeo. Con ella empecé en el coro parroquial de San Lázaro y, tras dos años en Viejo Rincón, fundamos Yedra con un grupo de amigos», recuerda con satisfacción.
La música folk -como lo ha hecho su trabajo vocacional en la Administración General del Estado (AGE) y en una etapa más corta la política- han marcado una trayectoria profesional plagada de vivencias inolvidables. Yedra creció muy rápido como grupo y grabó el primer disco con Tecnosaga, una discográfica especializada en música tradicional. «Esa compañía también nos grabó otros dos y en el cuarto disco la producción corrió por nuestra cuenta, mientras el quinto, dedicado a música infantil, lo grabamos con la editorial Everest. Cantamos por toda España, incluidas las islas Canarias, en las que tuvimos el privilegio de hacerlo con Los Sabandeños, en concreto en Lanzarote. También nos seleccionaron para actuar el Día de la Comunidad en Villalar junto a Celtas Cortos, grabamos un disco en los estudios de Radio Nacional de España (RNE), actuamos en Televisión Española (TVE) e hicimos lo propio en el primer concierto en directo que organizó Televisión Palencia. En el grupo Yedra todos teníamos nuestro trabajo y en el tiempo libre digamos que ensayábamos, y mucho. Ahora ya solo lo hacemos los lunes y preparamos canciones nuevas para grabar el sexto disco y que no pare la fiesta», señala con una sonrisa.
VOCACIÓN DE SERICIO PÚBLICO. Sus 37 años como funcionario de la Administración General del Estado le han reportado una gran satisfacción, sobre todo en las dos últimas décadas como jefe de sección en Extranjería. «Se trata de un trabajo que es administrativo, pero a su vez muy sensible y lo he desempeñado muy a gusto con un gran grupo de compañeros. En ese tiempo, han llegado muchos extranjeros a Palencia. Me quedo con el feliz momento en el que alguien que quería estar aquí obtenía su permiso de residencia y de trabajo. Es muy gratificante ver al rostro de quien conseguía traer a sus hijos, a su familia, a sus padres. Solo por el hecho de ser personas, tienen su dignidad y hay que respetarlas y ayudarlas a todas. Hay mucha gente que viene preparada; no llega la escoria, eso es totalmente falso. Parte de ella cuenta una gran preparación y está aquí unos años sin poder homologar titulaciones, pasándolo mal y trabajando en lo que puede y de mala manera hasta que logra alcanzar su sueños», enfatiza.
INCURSIÓN EN LA POLÍTICA. Urbano Revilla aterrizó en la política de la mano de Ciudadanos (Cs). Siempre tuvo inquietud por esta faceta pública y cuando su entonces líder, Albert Rivera, dio el salto a la política nacional desde Cataluña se puso en contacto con el partido. «Se acababa de crear en Palencia, con Juan Cruz Vidal como coordinador. Me pareció muy interesante, moderno y con visión de futuro y me afilié. Tuve la suerte de que mis compañeros decidieron al poco tiempo que yo entrara en la junta directiva y luego que fuera coordinador. Me fui metiendo poco a poco en ello y, al final, decidí presentarme a las elecciones municipales cuatro años después con Mario Simón, que luego ocupó la Alcaldía. Como todo el mundo sabe gobernamos en coalición con el PP y me fui satisfecho con el trabajo realizado en la Concejalía de Desarrollo Económico y en la labor conjunta por las muchísimas cosas que se hicieron. No sé si supimos transmitir bien a la sociedad lo realizado, pero creo que aportamos un estilo nuevo y distinto. Pienso que se nos respetó mucho y eso supone una alegría al tratarse de un partido con poca trayectoria. A día de hoy sigo ocupando la secretaría de Ciudadanos hasta ver lo que ocurre con su futuro. Los días 25, 26 y 27 tenemos una Asamblea Nacional en Ciudad Real, a la que voy a asistir porque he sido elegido por mis compañeros para representarles», apunta.
"En Extranjería fui feliz viendo a gente cumplir sus sueños" - Foto: Óscar NavarroDel trabajo como concejal en el Ayuntamiento valora positivamente todo lo vivido en cuatro años en una institución en la que pudo aportar, eso sí con una gran dedicación y apenas resuello, su experiencia de décadas acumulada en una administración muy distinta, la del Estado. «Cuando acabamos la legislatura todavía he tardado unos cuatro meses en los que mis células hayan dejado de vibrar como un microondas. Ya me he relajado pero he tardado tiempo ya que, a lo mejor, nosotros nos lo tomamos muy en serio. No sé si a todo el mundo le pasa igual, pero la dedicación de 24 horas al día y nos llamaban en cualquier momento. Estoy feliz de haberlo hecho y de todo lo conseguido pese al estrés, el cansancio y la dureza del trabajo de servicio a la ciudadanía», concreta.
Para alguien que ha estado tantos años entre papeles y las tareas administrativas, el paso por la gestión política, aunque no fue un camino de rosas, tuvo retos afrontados mucho mejor por el conocimiento institucional. «Yo conocía la administración desde dentro y a lo mejor entendía bastante mejor que otras personas a los compañeros que trabajan en el Ayuntamiento. Estuve en el otro lado, sé lo que es eso y me facilitó el trabajo político porque yo entendía lo que decían mis funcionarios, ya que había estado en su situación. Esto no son matemáticas y el trabajo del día a día hay que desarrollarlo bien, hay que exigir a la gente que trabaje, pero también hay que respetarla y dejarla que desempeño el cometido asignado a su aire, a su manera y a su ritmo. También creo que a los funcionarios del Ayuntamiento les venía bien que yo supiera cómo era la administración. Porque, quizá, a alguien que llega de la calle le cuesta entender cómo funciona esa maquinaria. La adminnistración es un monstruo muy grande y resulta muy complicado sacar muchas cosas adelante», arguye.
PASIÓN POR LA CANASTA. Otra de sus pasiones es el baloncesto tras jugar durante varios años en el club Independiente. «Estaba en el Instituto Jorge Manrique cursando primero de Bachiller y yo creo que a los 12 años me fueron a preguntar que si quería jugar a básket. Tenía la suerte de de contar con dos amigos a los que les gustaba este deporte y lo practicaban. Uno de ellos era Laurentino Escudero, que falleció muy joven y llegó a fichar por el Real Madrid junior. El otro es Juanjo, y con ellos estuve jugando en el equipo del instituto de crío en categoría escolar. Después, llegamos al Independiente, que por aquel entonces era uno de los dos equipos existentes en Palencia junto al Upypa, en el que jugaba Gonzalo Ibáñez, hoy presidente del Palencia Baloncesto. Estuvimos ahí peleándonos en las canchas siempre en el buen sentido. También entrené a chavales un tiempo y mi hija Diana practicó igualmente de pequeña este deporte en el colegio de las Angelinas. Salvo los cuatro años en política, he sido socio del Palencia Baloncesto desde que militó en la Liga EBA y ahora he vuelto a retomar esta afición un tanto aparcada antes», se congratula.
El mundo de la información le atrae especialmente y, tras hacer sus pinitos en Radio Cadena Española (RCE), luego prosiguió en RNE de Castilla y León-Radio 4 en 1987. Además, ha colaborado sucesivamente en la Cadena SER, Onda Cero y Televisión Palencia y, tras dejar su puesto de concejal, ha regresado a La 8 como contertulio. «Los medios de comunicación siempre me han gustado y solo el hecho de ir a un estudio en el que se hace un programa o intervienes en él es un momento atractivo. «Fue así desde que empecé en Radiocadena Española y luego en Radio Nacional y el resto de medios de comunicación. Son ya muchos años seguidos, salvo en el intervalo de los cuatro dedicados a la política, lógicamente. Por ejemplo, en Onda Cero estuve haciendo un programa semanal de música llamado Los Lunes al Folk, con bastantes años en antena. Tengo peticiones para hacer colaboraciones pero, de momento, necesito un descanso», argumenta.
Ahora toca hacer otras cosas, y Urbano Revilla logra compaginarlas todas, ya sin impedimentos laborales. «Camino y hago bicicleta, pesas y un poco de todo. Cada vez el cuerpo te pide hacer más ejercicio y trato de estar en forma. Actualmente tengo ese tiempo libre que antes no tenía y le dedico a esa faceta deportiva entre una y dos horas al día. Leo bastante más que antes y es algo que he tratado de hacer toda mi vida. Me considero un gran lector y en casa tengo una biblioteca conseguida poco a poco, libro a libro. Al final, acumulas muchos que has ido comprando y, al no poderlos leer antes, últimamente voy terminando muchos de los empecé», concluye con cara de felicidad.