El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado los ataques israelíes sobre efectivos e instalaciones de las Fuerzas Interinas de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) y ha trasladado "muy claramente" al Gobierno de Benjamin Netanyahu que se trata de hechos "intolerables".
"No se pueden repetir", ha dicho Guterres durante una rueda de prensa desde Laos, donde ha participado en una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). De hecho, ha recalcado que los dos 'cascos azules' heridos el jueves por el impacto de un proyectil en una torre de observación son indonesios y, por tanto, "pertenecen a la ASEAN". Este viernes, han resultado heridos otros dos 'cascos azules' por un nuevo ataque contra el cuartel general de la misión en la ciudad de Naqoura, situada en el sur de Líbano, según han informado medios libaneses.
El máximo responsable de la ONU ha advertido de que disparar contra instalaciones vinculadas a la organización supone "una violación del Derecho Internacional Humanitario". "Las fuerzas de paz deben ser protegidas por todas las partes del conflicto y lo que ha ocurrido es, obviamente, condenable", ha apostillado.
Pese a la condena internacional, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alegaron el jueves que el partido-milicia chií libanés Hezbolá opera en algunas zonas cercanas a los puestos de vigilancia de la FINUL y que antes de atacar estas posiciones recomendó a las fuerzas internacionales que se resguardasen en zonas protegidas.
Israel culpa a Hamás
Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel han asegurado que el incidente de este viernes en el que resultaron heridos dos miembros de la misión de la ONU (FINUL) en el sur de Líbano fue "involuntario" y, aunque ha prometido investigar "a fondo" los hechos, ha salido al paso de las críticas alegando que hay "un conflicto abierto" en el que el partido-milicia Hezbolá utiliza como "escudos" a los 'cascos azules'.
Las FDI han explicado que respondían a una "amenaza inmediata" y que, al disparar contra su origen, uno de los proyectiles impactó sobre instalaciones de la FINUL a "aproximadamente 50 metros" de distancia. Según esta versión, ya "horas antes" las fuerzas israelíes habían recomendado a las tropas internacionales que permaneciesen resguardadas y esta instrucción "seguía vigente".
Un portavoz militar, Nadav Shoshani, ha expresado en redes sociales su "preocupación" por este tipo sucesos, esgrimiendo que "las FDI toman todas las precauciones posibles para minimizar los daños tanto sobre los civiles como sobre las fuerzas de paz", en un contexto "complicado" en términos operativos.
Así, ha prometido tratar de "mitigar el riesgo" para que no haya nuevos "incidentes desafortunados", pese a que la propia FINUL ha descrito como "deliberados" varios de los últimos ataques. Entre el jueves y el viernes, cuatro militares han resultado heridas por disparos sobre el cuartel general de Naqoura, en el sureste de Líbano.
Shoshani, no obstante, ve "crucial" recordar que las fuerzas israelíes libran una guerra contra "terroristas" y que Hezbolá opera en áreas "próximas" a la FINUL, lo que implica "un riesgo significativo" para esta misión. De hecho, las autoridades israelíes han llegado a pedir directamente el repliegue de las tropas internacionales.
También ha acusado a Hezbolá de violar de forma reiterada la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la que se fundamenta el mandato de la FINUL "al establecer una amplia presencia militar en el sur de Líbano". Las FDI, en este contexto, siguen "comprometidas" con la defensa de la población del norte de Israel.