La puerta del Obispo a vista de andamio

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La seo ofrece la posibilidad de visitar in situ las obras que se ejecutan en una de la portadas monumentales de la plaza de la Inmaculada

La puerta del Obispo a vista de andamio - Foto: Óscar Navarro

En principio durante los dos próximos meses, porque si obtiene una buena respuesta no se descarta la prórroga, se desarrollará el programa Obras con arte, presentado ayer como una oportunidad «extraordinaria» de ver la «maravillosa» puerta de Santa María, también llamada del Obispo, de la catedral al tiempo que se ejecutan unos trabajos de consolidación al amparo del 1,5% Cultural que, en este segundo proyecto concedido por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tiene un plazo de ejecución que puede llegar hasta el primer trimestre de 2024 sin necesidad de pedir una moratoria especial.

Alzada en la segunda mitad del siglo XV, entre los obispados de Diego Hurtado de Mendoza y Juan Rodríguez de Fonseca, y reformada en el siglo XVII, este programa de visitas guiadas permite la «proximidad física» y escrutar in situ lo que se está haciendo en la puerta del Obispo. Y es que, «incluido dentro de la oferta de la empresa adjudicataria, un doble andamio posibilita que haya una parte destinada a los trabajos y otra a la visita del  público, con una escalera que no deje de ser de obra; no es una visita limpia», explicó el arquitecto Ignacio Vela,  quien añadió que «la escala de la catedral es otra de las cosas sorprendentes,  son casi 20 metros  de altura, lo que equivale a un edificio de seis plantas».

El delegado diocesano de Patrimonio Artístico y canónigo de la catedral, José Luis Calvo, comentó que las visitas del programa Obras con arte se realizarán (comenzaron ayer) los viernes (11, 12 y 17 horas), sábados (10,30, 12, 13, 16,30 y 17,30 horas) y domingos (11 y 12 horas) de octubre y noviembre.  El grupo mínimo para hacer la visita es de cuatro personas y el máximo de 10-12. En cuanto a la tarifa, son 7 euros la entrada general y 5 con la tarjeta de la catedral. «Es una alegría presentar Obras con arte», señaló, y expresó su confianza en que «la gente va a responder maravillosamente bien, porque merece la pena». «Después de 500 años volvemos a contemplar la fachada de cerca, casi como cuando estaban haciéndola los canteros, ahora son canteros del siglo XXI», manifestó.

Ignacio Vela explicó que la obra consiste, básicamente, en una «consolidación» de la portada, que «tenía una fuerte degradación material, sobre todo por la humedad». «Se han recanalizado las aguas pluviales para sacarlas por otro lado, porque históricamente, durante 600 años, han estado cayendo sobre la propia portada siendo la fuente principal de degradación», expuso, para agregar a renglón seguido que «lo más importante» es evitar las humedades que dañan la portada, razón de la actuación en  «uno de los elementos fundamentales, uno pétreo muy dañado, la última arquivolta, que se va a rehacer para que actúe de gran paraguas que proteja la portada los próximos siglos». «No se trata tanto de restaurar la puerta  y dejarla como si fuera nueva sino de que la lectura formal sea coherente y uniforme», aseveró el arquitecto.

En esta puerta del Obispo, cinco arquivoltas apuntadas rodean la imagen de la Virgen con el Niño, entre dos rosetones calados y tímpano ya plateresco. Sobre ella, en el centro de arco conopial, se ubica la estatua de San Antolín. Los apóstoles -faltan dos- son renacentistas. Este programa de visitas «proporciona la posibilidad de apreciar la policromía, indumentaria judía, temas musicales, lápidas romanas en el petril y en los doseletes de los apóstoles unos agujeros donde iban también enclavadas muchas más esculturas», según explicó Calvo.