Encontrar una miel de calidad resulta fácil cuando uno se sale del circuito habitual y recurre a apicultores entregados a sus abejas como los que desarrollan su actividad a lo largo y ancho de la provincia, cuya producción total este año se sitúa en las 296 toneladas con una media de entre 22 y 26 kilos por colmena en la Montaña Palentina, según los datos facilitados por la Asociación deApicultores del Norte de Palencia (Apinorpa).

La cifra es algo inferior a la de la media de los últimos cuatro años, situada en 317 toneladas a tenor de los datos del Ministerio de Agricultura. No obstante, la provincia se consolida como la cuarta del ranking en Castilla y León (5.450 toneladas en su conjunto) y representa ya el cinco por ciento de la producción total de una región que lideran en este sector Salamanca y León, al englobar el 70 por ciento de la producción autonómica.

«No es una provincia productora, en comparación con otras, pero destaca su calidad y diversidad. En especial, la de la zona norte, por su mayor valor y demanda del mercado», señala Rubén Laso, de Apinorpa. Esto se debe, continúa, al clima continental-montañoso y la diversidad de flora del entorno con especies del género Calluna y Erica (brezos), además del roble, como las más destacadas.
Sin embargo, a pesar de sus extraordinarias características, en Apinorpa consideran que «se ha impulsado tarde» en el conjunto de la provincia tanto la promoción como el fomento de la apicultura como profesión. «Los jóvenes no saben cómo empezar, y ahí estamos en la asociación para asesorarlos y guiarlos en sus inicios», señaló Laso a este periódico. En este sentido, cabe recordar que el pasado mes de enero comenzó a fraguarse la marca de calidad Miel de mieles en el marco de la IV Feria Apícola de Castilla y León.

II FERIA DE CASTREJÓN

La presencia en el territorio de 300 apicultores -una veintena de ellos profesionales, el resto para autoconsumo familiar o como afición- dan buena muestra de la importancia que ha tenido y tiene la producción de miel en la Montaña Palentina. Un producto natural y tan diversos como las variedades de flores de las que se alimentan las abejas que dan como resultado un exquisito y dulce manjar que Castrejón de la Peña se puso ayer en valor, en el marco de la II Feria de la Miel.

La bolera municipal de la localidad peñiega fue el punto de encuentro de 31 expositores (29 en el interior del recinto y un par en el exterior) llegados desde diferentes rincones de la geografía, especialmente del note de Palencia. Allí, compradores y curiosos tuvieron a su alcance no solo miel (una docena de stands con gran protagonismo palentino), sino que hasta el municipio montañés también se desplazaron puestos de artesanía, quesos, embutidos, repostería, legumbres ecológicas, piezas de arte, cestería elaborada a la manera tradicional, productos de cosmética, moda sostenible, cerveza artesana y artículos de regalo, entre otras.

La feria comenzó a fraguarse en 2021 a raíz de la inauguración por aquel entonces del Museo de las Abejas y nació un año después con el objetivo de dar visibilidad a la miel del norte de la provincia, que destaca por su «gran calidad», afirma Rubén Laso, de la Apinorpa, entidad promotora de esta cita. «Es muy importante promocionar nuestra miel cien por cien natural en un momento en el que proliferan los productos adulterados, con sirope de arroz o microfiltrados», añadió.

CONFERENCIAS Y MUSEO

Por otro lado, la II Feria de la Miel sirvió para abordar algunas de las cuestiones que más preocupan e interesan a los apicultores en una serie de conferencias en el salón de actos del edificio municipal de usos múltiples, que gozaron de una gran respuesta de público.

Destacó la que giró en torno a cómo afecta el cambio climático a las colmenas, nuevos tratamientos y enfermedades, que corrió a cargo de Soledad Segastume, del laboratorio Martamalo, referente en el mundo de la apicultura a nivel mundial. También se acercó hasta Castrejón el director del Centro Integrado de formación Profesional de Viñalta, José Manuel Ruiz, quien analizó la evolución y perspectiva de futuro en la apicultura.

Por lo demás, el Museo de las Abejas permaneció abierto a las visitas durante toda la jornada. El espacio, que se ubica en las instalaciones del antiguo colegio La Peñilla y está integrado en la Red de Museos Vivos, se ha consolidado como un «referente» del sector.

En paralelo, hubo talleres infantiles de extracción de miel con Ana Olmo, demostración de cocina en directo a cargo del rural chef Víctor Carranza y un concierto de la banda guardense Filo y los Filopaldis.