Las plazas de las capitales, la sede de la Presidencia de la Junta y las Cortes recordaron ayer a las víctimas del fatídico atentado terrorista de aquel 11 de marzo de 2004, cuando se cumple su vigésimo aniversario, en el que también se trasladó el cariño a sus familias y se clamó contra la barbarie de este tipo de actos. A mediodía en las plazas de las ciudades de la Comunidad los miembros de las corporaciones locales, encabezadas por sus alcaldes, trabajadores y personas que se quisieron unir guardaron un minuto de silencio para recordar y no olvidar a las 192 personas que perdieron la vida por las explosiones del atentado terrorista y las casi 2.000 que resultaron heridos. 

La ceremonia del minuto de silencio se siguió en todas ellas, convocado con motivo del Día Europeo contra el Terrorismo. En la Plaza Mayor de Salamanca estuvo el presidente de la Junta. «Con gran emoción mostramos nuestro apoyo a las víctimas y a sus familias. Un día para recordar la importancia que tiene estar unidos contra la barbarie terrorista», escribió Alfonso Fernández Mañueco en su cuenta de 'X'.

Un poco antes fue la sede de la Presidencia de la Junta donde las víctimas recibieron un homenaje. El vicepresidente, Juan García-Gallardo, pidió «redoblar» los esfuerzos para que el relato del terrorismo no se «desvirtúe». «El terrorismo no es algo que les pasa a otros, nos pasa a toda la sociedad», afirmó. El acto concluyó con una ofrenda floral ante el monolito con el escudo de Castilla y León y un minuto de silencio para honrar a las víctimas del 11-M, once de ellas nacidas en la Comunidad, según informa la Agencia Ical.

También, en las Cortes se guardó un minuto de silencio. Fue al inicio de la Comisión de la Presidencia, cuando su presidente realizó esta petición a los procuradores y procuradoras, para después seguir con el orden del día de la sesión.