Arturo J. Pinto

El rincón del abad

Arturo J. Pinto


Educar para la vida

12/09/2024

En el reciente comienzo del curso escolar 2024/2025 conviene recordar que desde hace varios años, cada vez que se hacen públicos los datos de un nuevo Informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), Castilla y León destaca y lidera de forma nítida y evidente los primeros puestos entre las diferentes comunidades autónomas en el territorio nacional y siempre, de forma continuada, arroja datos por encima de la media europea. 
El informe PISA se elabora de forma trienal y es una herramienta desarrollada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) para medir las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años de más de 80 países, a través de una prueba voluntaria, que no se limita a evaluar la memorización de datos, sino que se centra en la capacidad de los estudiantes para resolver problemas del mundo real y, por lo tanto, para aplicar de forma práctica sus conocimientos. Educar para la vida.
Las tres competencias principales que evalúa el informe (lectura, matemáticas y ciencias) son consideradas esenciales para la vida privada y profesional. Además, el informe incluye módulos opcionales que exploran otras habilidades, y también considera aspectos relacionados con la equidad y la inclusión, de forma que se identifiquen y corrijan desigualdades en el acceso a la educación que afecten a determinados grupos de estudiantes (inmigrantes, mujeres, personas con discapacidad...). 
PISA no evalúa a los estudiantes en sí, sino al sistema educativo de cada país. En la última publicación, conocida en junio pasado, se ha evaluado el pensamiento creativo, donde los alumnos de Castilla y León que participaron en las pruebas obtuvieron una puntuación de 34,6. Este resultado supera la media española (32,8), la de la OCDE (32,7) y la de la Unión Europea (32,1). El propósito era evaluar hasta qué punto los alumnos son capaces de pensar de forma creativa a la hora de buscar y expresar ideas, y analizar cómo esta capacidad se relaciona con las estrategias educativas, las actividades escolares y otras características de los sistemas educativos. Además, es notable que los alumnos de entornos socioeconómicos más desfavorecidos superan en rendimiento a sus homólogos de otras autonomías, reflejando el compromiso con la equidad educativa que en este caso lleva a cabo la Junta de Castilla y León.
Nuestra Comunidad ya había alcanzado buenos resultados en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, según las primeras publicaciones del informe, lo que confirma, tras conocerse los resultados del pensamiento creativo, que Castilla y León cuenta con la mejor educación del país. Comparados con los países de la Unión Europea y de la OCDE, nuestros alumnos se posicionan entre los diez primeros puestos del mundo, tanto en centros públicos como concertados.
¿Por qué Castilla y León tiene la mejor educación del país, según este informe de la OCDE? Si resumimos el análisis de expertos y protagonistas de la labor educativa de cada día, por un lado, la fórmula de Castilla y León se explica por una mayor inversión en gasto educativo, no solo desde la Administración, con la colaboración de las entidades locales, sino que las familias están concienciadas de la importancia de la educación para sus hijos e invierten y se implican en reclamar un buen funcionamiento de la escuela, incluido mayor respeto al profesorado. 
Por otro lado, el tamaño de los pueblos y la mejor ratio profesor/alumno -la Junta mantiene abiertas escuelas rurales con cinco alumnos-, lo que implica una educación más personalizada, donde la vida gira más en torno a la escuela. Aunque la amenaza de la despoblación hace mella a la hora de mantener centros educativos en el medio rural.
Sin embargo, según todos los expertos, el principal factor que determina el éxito es tener buenos docentes, que generan buenos resultados en los estudiantes. Los profesores tienen que estar motivados para tener la capacidad de implicar a familias y alumnos. Mejorar el perfil y la formación de los docentes debería ser prioritario en la política educativa. 
Los resultados en educación necesitan el factor tiempo, aunque la parte negativa es comprobar que, al terminar sus estudios, gran parte del talento se va fuera, por lo que hacen falta más iniciativas e inversión pública para incentivar el emprendimiento (empresas y autónomos) y el empleo con el fin de que los jóvenes no solo tengan una buena educación, sino que se puedan quedar en Castilla y León con opciones de desarrollar su proyecto de vida.