La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, en colaboración con el Observatorio de Plagas del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), evaluará hasta el 31 de mayo casi 1.500 parcelas de la Comunidad para detectar la presencia o no del topillo campesino, tal y como explicaron fuentes del departamento que dirige Gerardo Dueñas y recogió Ical. Se trata de una medida preventiva habitual en todas las primaveras.
Por el momento, aunque sí se ha detectado presencia del roedor en algunas zonas, la Consejería no ha recibido avisos que supongan una situación de alerta de plagas, por lo que pidió "tranquilidad" a los agricultores castellanos y leoneses, "pero también vigilancia y colaboración".
Ya en septiembre se emitió un primer aviso para que los agricultores tomasen las medidas de prevención –tales como el arado de tierra, la instalación de cajas nido y otras de carácter fitosanitario–. Tanto la Comisión de Roedores como los propios servicios técnicos de la Consejería mantienen reuniones periódicas de seguimiento de la presencia de esta especie.
Ahora el siguiente paso es la labor que los técnicos realizarán sobre el propio terreno, con la inspección de casi 1.500 parcelas de todas las provincias de la Comunidad para alertar, en su caso, de la presencia de estos roedores.