A través de una prima que quería ser azafata de vuelo empezó a mirar Evelyn Palma el mundo de la aviación como un lugar para ganarse la vida. Había terminado un grado de formación profesional (FP) de GestiónAdministrativa y decidió dar el paso. «Ella miraba los requisitos, pero cuando lo hizo aún no podía ir a una entrevista laboral porque era menor de edad. Yo, como ya tenía 22 y solo trabajaba de camarera los fines de semana decidí presentarme», explica. La fortuna y, sobre todo, el dominio de la lengua inglesa -«algo muy importante en este trabajo», asegura-, hicieron que esta antigua alumna del colegio Marqués de Santillana y del instituto Jorge Manrique lograra un empleo en un ámbito que, como ella misma admite, «me gustaba, pero que nunca antes había mirado».
Comenzó esta aventura en 2018 con la aerolínea Ryanair, que le asignó como base el aeropuerto de Girona-CostaBrava. Al cabo de un año se trasladó a Dublín con la compañía Air Lingus, que también es irlandesa. «Quería probar nuevas experiencias y salir de España. Con Ryanair iba y volvía en el mismo día.El avión es como la oficina y duermes en casa», comenta Palma, que tenía ilusión por formar parte de la tripulación de cabina de pasajeros en aviones de largo radio. La pandemia de coronavirus provocó que, en primer lugar, volviera a Palencia por el cese de los vuelos y que, después, se enrolara en una compañía de vuelos charter en Grecia. Pero en enero de 2022 volvió a la capital del país del trébol con Air Lingus «por cuestiones laborales y seguridad».
«Todo empezó por mi prima y me encantó. He tenido muchos trabajos desde que empecé antes de cumplir 17 años, pero eran empleos normales. Vine aquí por probar y me encantó.Me di cuenta de que ser tripulante de cabina de pasajeros era lo mío. Siempre decía de ir a la universidad, pero no tenía motivación por nada. Ahora, me gusta volar y quiero quedarme volando. Me encanta», sentencia Palma, que actualmente tiene 29 años.
Gracias a este empleo, visita diferentes ciudades de Canadá y Estados Unidos, como Toronto, Miami o Los Ángeles, aunque también territorios que en su vida no había pensado ir nunca, como la isla caribeña de Barbados, conocida especialmente en el mundo por ser el lugar de nacimiento de la cantante Rihanna. «Creo que nunca hubiese comprado un billete para viajar de turista a este país. Lo conozco por mi trabajo», admite.
Por otro lado, también hace hincapié en la espectacularidad de las vistas desde el avión. «Cuando se vuela por encima de Groenlandia se ven las auroras boreales» explica Palma, que siempre mira con el rabillo del ojo a la familia. «De Palencia echo de menos la comida, el vino, los precios, la terraza y no depender siempre del transporte público», asegura. Eso sí, se marchó a Dublín porque las condiciones laborales eran mejores que aquí.