Tras las recientes exhibiciones caseras ante Castelló y Obradoiro, el Súper Agropal Palencia sumó una nueva contra Air Cargo Booking Ourense, recuperando la sonrisa perdida en Fuenlabrada.
No había novedades en el quinteto inicial palentino, con Oroz asentado en el mismo. Wintering, mientras, pedaleaba en la bicicleta estática en los primeros compases. Gran esfuerzo colectivo del Súper Agropal en el comienzo del primer cuarto, tanto en defensa como en ataque. Los palentinos cerraban su aro y firmaban un parcial de 12-3 de entrada, con canastas de Kamba, Vaulet, Oroz y triples del propio base guipuzcoano y alero canadiense. Moody, de tres, era el único anotador visitante antes de que Moncho López parase el partido. No obstante, no había quien parase al Súper Agropal. Pese a que ahora el gigante Gill intimidaba con sus 2,18 metros, los morados seguían sumando. Krutwig, Pablo Hernández y otra vez Krutwig, que se entiende de lujo con su socio preferido, Vaulet. Ourense sumaba desde el tiro libre, pero un físico e intenso Palencia no daba opción a los orensanos de acercarse en el marcador. Es más, Wintering entraba en ebullición para cerrar el cuarto con cinco puntos seguidos (31-14).
Intercambio de triples en el inicio del segundo acto. López por los visitantes y Wintering, que comenzaba el segundo período como terminó el primero, enchufando de tres, por los locales. Ahora sumaba cuatro puntos seguidos Ourense, pero respondía Pablo Hernández de manera inmediata con seis puntos merced a dos triples consecutivos. Paraba, entonces, Moncho López el choque (40-21 a 7'55). Pero no había nada que hacer para los visitantes. Guil, que no quería una sola desconexión, apretaba a los suyos, que seguían con el vendaval anotador.
Momento entonces para el susto de la noche. Kamba quería colgarse del aro, pero en la caída acabó doliéndose de la rodilla, teniendo que abandonar la cancha sin poder apoyar. Sin embargo, regresaba minutos después sano y salvo. Incluso Guil le introducía en el parqué. En los últimos minutos, claro protagonismo para un hombre: Mballa. El francés quiere quedarse en el Súper Agropal y demostró que está para estos partidos. De hecho, era el máximo anotador morado cuando llegó el descanso (12 puntos en el 61-35 a favor de los colegiales). Palencia, con grandes porcentajes en ataque, estaba pasando por encima de un Ourense que solo en el intermedio llevaba 10 pérdidas.
Lo tenían encarrilado los palentinos, pero no querían sustos. Por eso siguieron igual de serios tras el paso por vestuarios, liderados por Vaulet en ataque. Tras un intercambio de golpes en los primeros minutos, turno para los triples. Mendikote, Lisboa y Borg desde los 6,75 metros. Kamba dejaba claro que su estado físico no era malo y machacaba antes de otro tiempo muerto (72-48). Después, dos triples consecutivos de los locales para que la diferencia se fuese a los 30 puntos (78-48). Ya no es que el Súper Agropal estuviese siendo superior. Es que se gustaba en todas las acciones. Krutwig, vestido ahora de asistente, se lucía para que Kamba siguiese sumando. Movimiento de balón excelso de los palentinos para que Kunkel anotase de tres. Y la diferencia se iba ya por encima de los 30 puntos (87-56) al final del tercer periodo, con un conjunto palentino que estaba superlativo en el rebote, sobre todo defensivo.
Seis puntos consecutivos de Ourense cuando comenzaba el último cuarto, pero parecía demasiado tarde para la reacción. Por si acaso, Kunkel rompía la racha visitante desde el triple (90-62, tiempo muerto a 7'21). Tras el mismo, el propio Kunkel devolvía los 30 puntos de diferencia al marcador desde el tiro libre. En esa renta se seguía moviendo el partido conforme pasaban los minutos. Los orensanos no bajaban los brazos, pero tampoco los palentinos, así que el electrónico seguía rondando los 30 de renta para los locales. De hecho, el resultado final fue de 114-81.