Una carpintería, una hilandería, una herrería, un mercado, una posada con todo tipo de viandas, una especie de gradas con ciudadanos de todo tipo en su quehacer diario y hasta un río en el que pescar con redes y cañas tradicionales para complementar el sustento diario. Todo ello con vida propia y los atuendos de época conformó en la tarde de ayer por espacio de una hora y media el Belén viviente que escenificaron unos 300 niños de Primaria y una parte del profesorado en el polideportivo del colegio La Salle. 

La representación colegial invitó a los cientos de visitantes a realizar un viaje en el tiempo, recreando la esencia del nacimiento de Jesús y los oficios tradicionales presentes en los belenes, como panaderos, carpinteros, pescadores e hilanderas, entre otros.

La narración del misterio del nacimiento fue el núcleo principal del evento belenístico, destacando la importancia de esta celebración en el contexto de estos días. Los alumnos participantes  ofrecieron con esmero y trabajo previo diversas actuaciones intercaladas con villancicos tradicionales, aportando un buen ambiente festivo a la experiencia belenística.

Se trata del séptimo año en el  que el centro educativo lleva a cabo la actividad y, para su director, el esfuerzo realizado en ediciones precedentes ha permitido consolidar un atractivo montaje. «Mucha de la infraestructura que se ha ido incorporando en  los primeros años conllevó muchísimo trabajo, lo que permite que todo esté bien organizado. Incluso, los propios profesores ya saben cuál es el taller que les toca cada año y su cometido y todo está bastante hilado. El derroche del montaje escénico de los primeros años hace que ahora todo esté mucho más encauzado», explicó a DP el director del colegio La Salle, Juan Antonio Rojo.

implicación familiar. En la preparación del Belén Viviente del colegio La salle también se implica mucho a las familias a través de junta directiva de la asociación de padres y madres (Ampa. «Todos apoyan mucho porque después  se termina la escenificación con una chocolatada. Se trata también de una forma más de celebrar la Navidad toda la comunidad educativa en torno al alumnado, distinta a los tradicionales festivales con las habituales actuaciones. También se intenta trasladarles el  significado de lo que fue el misterio de la Navidad», indicó.