El 25 de diciembre cada vez está más cerca y las actividades navideñas son más frecuentes a lo largo y ancho de la provincia. Ayer fue el turno del mercado navideño de Guardo, que contó con unas 25 casetas y una amplia programación paralela.
El público respondió satisfactoriamente a esta iniciativa comercial promovida por el Consistorio guardense y acudió a la plaza del Ayuntamiento a lo largo de toda la jornada, según explicó la concejala de Comercio, Isabel Quiñones. Y esta afluencia tuvo, en líneas generales, buenas consecuencias económicas en los vendedores locales. Así lo comentó la presidenta de la Asociación de Empresarios y Profesionales (AEP) de Guardo,Sandra Fernández.
«Desde las once de la mañana está la plaza llena de gente», aseguró Quiñones, quien destacó que los 300 gorros de elfo solidarios (a beneficio de un proyecto de una parroquia peruana) se agotaron rápidamente, al igual que las pequeñas cazuelas que se repartieron con las sopas de ajo. No fue lo único con lo que calentar el cuerpo, ya que también hubo castañas y chocolate.
En el apartado puramente comercial, la edil hizo hincapié en «la gente estaba muy contenta» y en la «gran calidad y variedad de los negocios de la localidad norteña». «Con este mercado intento que los comerciantes saquen a la calle sus productos para que la gente los conozca. De hecho, vinieron visitantes de toda la comarca y también de fuera», declaró Quiñones.
Por su parte, Fernández también terminó satisfecha la jornada, en la que, finalmente, el tiempo respetó. «Las previsiones no eran las mejores, pero no se cumplieron y las ventas estuvieron bien», declaró la presidenta de la asociación empresarial, que ha apostado en estas fiestas por decorar los escaparates y por la presencia de los negocios en redes sociales.