Población de Campos respira orgullo con Marta Huerta de Aza

David Correia
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La localidad terracampina presume de tener entre sus vecinas a la primera mujer que arbitrará en el fútbol profesional masculino, después del ascenso de la colegiada a la Segunda División

Miguel Ángel Ramos (i), alcalde de Población de Campos, posa en la localidad terracampina junto a los padres de Marta Huerta de Aza, María Ángeles (c) y Julián (d) - Foto: Óscar Navarro

Entramos en Población de Campos. María Ángeles de Aza Crespo está esperando al coche de Diario Palentino en la puerta de su casa. Cuando llegamos, nos recibe con los brazos abiertos y nos abre las puertas de su hogar. Para quien no lo haya deducido por el primer apellido, María Ángeles, natural de la localidad terracampina y concejala de su Ayuntamiento, es la madre de Marta Huerta de Aza, la colegiada que quema etapas de manera vertiginosa y que rompe barreras al convertirse en la primera árbitra principal que pitará en Segunda División. Marta es una pionera. Ya fue la primera española en dirigir un encuentro en un Mundial femenino, entre otros muchos logros que ha ido conquistando gracias a su esfuerzo y sacrificio. Pero el camino ha sido largo hasta llegar aquí. Eso es lo que nos intenta mostrar su madre, que nos conduce hasta una estancia en la que tiene instalado una especie de museo con todos los recuerdos que guarda de su hija. Recortes de periódicos (conserva con especial cariño uno del año 2006 del decano de la prensa provincial, cuando dirigió uno de sus primeros partidos de manera oficial), banderines, placas, premios, tarjeteros, equipaciones, balones, etc. Una verdadera galería imperdible para los amantes del arbitraje, pero en este caso con un toque muy personal.

María Ángeles empieza entonces a echar la vista atrás. Es momento de rememorar los primeros pasos de este camino. «A Marta lo que le gustaba era jugar al fútbol. Ella y su hermana, cuando eran pequeñas, estudiaban en Dominicas, y Marta siempre llegaba a casa con las piernas llenas de moratones. Pero era complicado, porque a casi ninguna niña la gustaba jugar al fútbol, por lo que siempre lo hacía con los niños. Su deseo era entrar en algún equipo, pero entonces muy pocas chicas jugaban en equipos de niños. Así que, un conocido le dijo que probase a entrar al colegio de árbitros, ya que era una manera de seguir ligada al fútbol. Fue, le gustó, hizo unos exámenes y los aprobó, así que se integró muy bien y dijo que seguía», explica.

María Ángeles reconoce que el principio no fue sencillo. «Es duro, sobre todo cuando empiezan. Por ejemplo, ahora tengo un nieto que juega al fútbol y cuando voy a verle a los campos siempre pido a los padres respeto para los árbitros. Al final, son niños y lo que tienen que hacer es disfrutar, pasar el rato. Ganar o perder en las categorías inferiores debería ser algo secundario, pero por desgracia muchas veces no se toma así y en ocasiones los árbitros pagan por ello. De hecho, Marta cuando peor lo pasó fue al principio. Pero ella tiene mucho carácter. Desde pequeña sabe lo que quiere y es luchadora. Yo siempre le decía que no hiciera caso de lo que le gritaban. Solo son palabras», argumenta.

María Ángeles de Aza, madre de Marta, enseña parte de la colección de recuerdos de su hija que tiene en un rincón de su hogar de Población de CamposMaría Ángeles de Aza, madre de Marta, enseña parte de la colección de recuerdos de su hija que tiene en un rincón de su hogar de Población de Campos - Foto: Óscar NavarroPara Marta, Población de Campos es niñez, crecimiento y madurez. «Vivíamos en Palencia, pero todos los fines de semana y el veranos nos íbamos a la casa del pueblo. A Marta le encantaba ir. Allí ha crecido con sus amigos y con su peña. Marta fue una niña que se relacionaba con todo el mundo, no tenía problema en coger la bici y salir con quien fuera. A día de hoy, la sigue gustando. Este año vendrá a las fiestas, porque últimamente no ha podido estar por compromisos laborales. No viene más porque no puede», asegura su madre.

Y es que Marta siempre se ha sentido muy orgullosa de sus raíces. Mucha gente conoce en Palencia y provincia a Alejandro de Aza Ruiz, El Chato, y a su mujer, Angelines Crespo Polvorosa. Lo que quizá es desconocido es que era el abuelo de Marta y que una cadena suya es su amuleto indispensable para arbitrar los partidos.

El orgullo de Población de Campos

Paseando por el pueblo nos encontramos con un vecino. Por supuesto, no es necesario explicar por quién preguntamos. «Aunque es mayor que yo, desde pequeño siempre he tenido esa referencia, la de una chica del pueblo ligada al deporte y al arbitraje. Marta ha tenido desde pequeña mucho interés y con los años lo ha conseguido. Todos los chavales vemos con mucha admiración lo que está haciendo una mujer de nuestro pueblo. Teníamos claro que iba a llegar a algo más y es un orgullo haberme criado en el mismo entorno que ella. Y, sobre todo, sabiendo la dificultad que entraña lo que ha  logrado, el honor y el privilegio es aún mayor», cuenta Alberto Sánchez.

Miguel Ángel Ramos es el alcalde de este pueblo de Tierra de Campos. Para él, «es un orgullo tener a una representante así, que ponga a un pueblo pequeño como Población de Campos en el mapa. Su madre es concejala conmigo y algo barruntaba en los últimos días, pero no sabíamos que iba a ser esto, algo tan grande. Ahora, lógicamente, viene poquito. Siempre está viajando, cada día en un sitio. Pero, aun así, suele pasar aquí, al menos, una semana al año. A modo de curiosidad, tuve el honor de casarla y ese mismo año fue la pregonera de nuestras fiestas. Cuando viene le gusta mucho pasear por el campo e ir a correr. Es una chica muy cercana y habla con todos los vecinos. A muchos no les gusta el fútbol, pero Marta es Marta. Todos la conocen porque todo lo que está consiguiendo es un hito. Para ellos, para todos nosotros, es un orgullo lo que hace. Yo creo que la veremos en Primera División no tardando. Lo tengo claro. Ojalá la podamos ver todo el pueblo en la televisión del bar», comenta.

Allí, en Población de Campos, en el año 2005 Marta y sus amigos fundaron la peña Lo partía. El grupo sigue a día de hoy muy unido y todos se sienten muy orgullosos de los pasos que ha ido y sigue dando la colegiada. «El éxito de Marta no es ninguna sorpresa para los que la conocemos desde que éramos niños. Es de mi quinta y tenemos un vínculo muy fuerte, somos un grupo de amigos que durante el año estamos muy repartidos en el mapa por toda España e incluso por fuera. Nuestro nexo es Población de Campos, por lo que yo durante el año sigo su temporada como puedo y todos mis amigos, incluso los de fuera, la conocen, dado que alardeo mucho de ella y no es para menos, lleva el nombre de nuestro pueblo a lo más alto a todos los niveles. Además, destaca por su profesionalidad. Siempre nos juntamos para las fiestas de Población, pero por ejemplo el año pasado ella se quedó en Australia porque tuvo el Mundial», asegura Óscar Caña, uno de sus amigos. Otro, Jesús Arconada, reseña que «para nosotros es un orgullo que Marta siga creciendo en el mundo del arbitraje. Los que la conocemos sabemos que es un paso más y que va a seguir trabajando cada día para cumplir sus objetivos. La meta la marca ella, ya que es una persona que no tiene límites. Los amigos de la peña Lo partía estamos orgullosos de que lleve por los campos de fútbol de toda España y del mundo entero, ya no solo el nombre de la peña, también de nuestro pueblo, Población de Campos, y de Palencia entera».

Población de Campos nos despide con un aroma y un aire presumido. No es para menos. Está orgulloso de su vecina Marta. Pero esto no quedará aquí. Porque ella tiene algo distinto. «Marta está siempre muy segura de lo que quiere hacer. Tiene mucha personalidad. Si cree que puede luchar por una cosa y que puede sacarlo, lo hace. Las cosas no se ganan en un día. Es lo que he tratado de inculcarle y lo que creo que le ha merecido la pena. Lo que también ha hecho Marta es disfrutar muchísimo con cada ascenso conseguido, con cada pasito que ha ido dando», sentencia su madre, de la que ya nos despedimos.