Manos Unidas presenta su Campaña LXV

DP
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Los asistentes a la asamblea conocen los proyectos de desarrollo en los que este año se colaborará desde Palencia

Manos Unidas presenta su Campaña LXV - Foto: DP

La Casa de la Iglesia acoge esta mañana la asamblea de Manos Unidas en fechas cercanas al inicio de su campaña anual. Una asamblea en la que están presentes numerosos voluntarios de la ONGD en la diócesis y en la que también participa el obispo, Mons. Mikel Garciandía.

Tras el saludo de este y la oración inicial, ha tomado la palabra Blanca Díez -presidenta de la Junta Gestora- para compartir una serie de informaciones y se ha presentado el informe económico provisional año 2023.

Un momento importante de la asamblea ha sido también la presentación de la Campaña LXV para este año 2024 y los materiales que se usarán en la misma. También ha habido un momento amplio durante la asamblea para la presentación de los Proyectos de desarrollo en los que este año se colaborará desde Palencia.

Con la Eucaristía y la comida de fraternidad se dará por concluida la asamblea.

Desde Manos Unidas -en esta campaña 2024- se quiere trasladar a la sociedad cómo la crisis medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo del Sur global, perjudicando sus derechos más básicos como el derecho a la alimentación, al agua potable, a la salud, a una vida digna, a un entorno saludable, generando una gran injusticia climática.

Con esta nueva campaña, Manos Unidas alza la voz por el cuidado del planeta porque es el camino para luchar por la dignidad de las personas. Bajo el lema El efecto ser humano, se quiere concienciar de que el maltrato al planeta tiene consecuencias mayores al otro lado del mundo, y destacar ese doble poder del ser humano para transformarlo, para bien y para mal. Somos «la única especie capaz de cambiar el planeta».

Mientras que las causas del cambio climático están, sobre todo, relacionadas con la creciente actividad económica de los países más desarrollados, sus riesgos, impactos y consecuencias más severas las sufren los pueblos vulnerables del Sur, que poco han participado en originar el problema.