Editorial

La importancia de velar por los bienes patrimoniales de todos los palentinos

DP
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El Ayuntamiento, como responsable del patrimonio municipal, debe tomar medidas para conservar sus inmuebles

El Ayuntamiento de la capital posee un amplio catálogo patrimonial compuesto por bienes inmuebles y muebles, es decir, detenta la titularidad de bienes raíces como pueden ser colegios, solares, centros sociales, viviendas o locales y, por otra parte, de objetos materiales de importante valor como pueden ser cuadros y esculturas. 

Solo los primeros, aquellos que tienen categoría urbana, suman casi 900. Muchos están en uso, a veces cedidos a otras administraciones o empresas privadas como es el caso de los colegios o las escuelas infantiles, respectivamente: otros a ciudadanos, como las viviendas que se gestionan a través de servicios sociales. Pero otros, simplemente, esperan un futuro mejor. Que un solar permanezca baldío durante años a la espera de ser vendido, cedido o edificado no supone un gran problema, pero cuando se habla de edificios que tienen un valor histórico, patrimonial, social o turístico, el tiempo es un enemigo. 

Esto es lo que ocurre con al menos ocho edificios titularidad del Ayuntamiento. En esa lista están inmuebles que son parte del patrimonio industrial de los palentinos como La Tejera y la alcoholera; que pueden suponer un revulsivo turístico como El Refugio, la Casa Grande y la Casa Pequeña ubicados en el monte El Viejo y la nave de la dársena del canal de Castilla; que tienen capacidad para albergar importantes dotaciones como el Colegio de Huérfanas de Ferroviarios o que, directamente, tienen un gran valor histórico, como es el caso del Colegio de Villandrando. 

Estos ocho edificios tienen en común un futuro incierto. Todos están cerrados desde hace años y, por tanto, se enfrentan a su deterioro por el paso del tiempo y la falta de cuidados, que ya ha hecho mella en algunos de ellos. 

El Ayuntamiento, como responsable de velar por el patrimonio municipal que es, en definitiva, el de todos los palentinos, debe tomar medidas para su conservación. Es cierto que se necesitaría una inversión de varias decenas de millones de euros para hacerlos operativos y asegurar su integridad, pero también que el esfuerzo por su conservación para, al menos, frenar su deterioro, debe ser mayor de lo que es en la actualidad. Por no haber, ni siquiera hay un plan que aborde esta cuestión en el Consistorio. 

Un mayor celo en su protección y un esfuerzo por encontrar financiación que permita reintegrarlos al uso y disfrute de los palentinos es solo el primer paso. Tan importante es su conservación como la de planificar con acierto sus futuros usos ya que en ello está la clave para que no vuelvan a ser grandes y caros contenedores vacíos.