Francisca de Pedraza fue la primera mujer en conseguir una sentencia favorable de divorcio enEspaña, concretamente en 1624. La actriz y directora Fredeswinda Gijón decidió llevar a escena este acontecimiento, dando lugar a la representación teatral Francisca que, tras estrenarse en el Festival de Teatro Clásico de Almagro en 2021, llega a la capital con el pretexto de los actos programados por el 25-N.
¿Cómo explicaría a un espectador de qué trata su obra Francisca?
Francisca es la historia de una mujer que, en pleno Siglo de Oro, consiguió la primera sentencia favorable por una demanda de divorcio. Lo relevante de esto es que, en 1624, esta mujer consiguiese divorciarse y que, actualmente, haya muchas que no consiguen salir victoriosas de estos procesos.
Al tratarse de una obra basada en un acontecimiento real, ha habido un proceso previo de documentación. ¿Cómo ha sido esta labor?
El autor que rescató la documentación de los juicios es Ignacio Ruiz, que fue el primer historiador que dio con los documentos originales. La historia la descubrió Anabel Maurín, que forma parte del equipo, gracias a un cómic llamado Mujer y media.
A partir de ahí, Borja Rodríguez, autor del texto de la obra, trabajó más para sacar adelante este proyecto. Hizo una labor muy bonita y con una dramaturgia delicada, además de actualizar el texto. Este es un trabajo contemporáneo, que intenta atraer la historia a la actualidad. No se trata de una obra en verso complicada para el espectador, sino una representación gozosa, con musicalidad y asequible para todo el mundo. El público se va a sorprender de ver la puesta en escena que hemos trabajado.
A pesar de ser una obra de temática histórica, ¿ha querido dejar su sello en la dirección?
Sí, quien me conoce sabe que en ella está mi personalidad. La puesta en escena es muy poética, que es lo que diferencia al teatro del cine. Lo que nos hace diferentes es el poder plasmar esa magia utilizando la poesía, y hacer que los actores, con un solo elemento, puedan estar representado una escena aquí o en una posada del siglo XX, indistintamente. Ese tipo de cosas son las que no se pueden disfrutar en una película, pero sí se pueden disfrutar en el teatro. Poder leer el lenguaje de todo esto de un modo sencillo forma parte de mi manera de trabajar.
Tenía mucho respeto a la historia, y ese respeto lo he subrayado. No obstante, no quería hacer algo difícil de ver. Creo que se pueden contar las cosas de otra forma, y eso hemos hecho.
¿Por qué cree que es importante esta obra en el marco del 25-N?
Lo primero es rescatar la historia de Francisca de Pedraza, quien mucha gente no conoce. Es una referente para muchas mujeres porque consiguió hacer algo muy importante en una época en la que la mujer era concebida como la posesión de un hombre. Ahora, que supuestamente hemos avanzado y tenemos herramientas y personas que nos pueden ayudar, no entiendo cómo todavía hay mujeres que no se consiguen librar de sus captores, cuando Francisca, teniendo todo en contra y estando sola, lo consiguió.
Es la primera vez que viene a Palencia. ¿Qué expectativas tiene?
Creo que va a ser un público acogedor y va a ser emocionante. Tengo expectativas positivas.
Ha sido actriz en varias series de televisión. Ahora, está detrás de la dirección en una producción, ¿cuál de los dos papeles le resulta más difícil?
Cada cosa tiene su complejidad. Como directora, psicológicamente, llevar a equipos artísticos y creativos es muy complicado. Aun así, siento mucha satisfacción y disfute cuando veo desde la distancia el estreno y el trabajo de la obra.
Como actriz, al ser tan perfeccionista, llegó un punto en el que dejé de disfrutar. Juzgaba mucho los trabajos que no me gustaban.En general, prefiero dirigir, aunque no sabría decir cuál de las dos facetas resulta más complicada.
En el elenco de trabajadores se encuentra la asesora y especialista en violencia de género Estela Quijano. ¿Cómo ha sido su trabajo?
Tener de la mano a una persona que acompaña a las mujeres psicológica y físicamente en los divorcios te coloca en el sitio de realidad que necesitaba el proyecto.