Villandrando: ni suites de lujo ni spa gótico

DP
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El emblemático edificio diseñado por Jerónimo Arroyo, adquirido por el Ayuntamiento en 2022, enfrenta el desafío de redefinir su proyecto de rehabilitación tras el rechazo del Ministerio de Industria a su financiación

Villandrando: ni suites de lujo ni spa gótico

La noticia ficticia que anunciaba la transformación del histórico colegio de Villandrando en un lujoso complejo turístico fue una broma del Día de los Santos Inocentes, pero sirvió para poner el foco en la verdadera situación del inmueble. Lejos de casinos temáticos y piscinas infinitas, el edificio diseñado por Jerónimo Arroyo en 1911 sigue en busca de un futuro que garantice su conservación y puesta en valor.

En junio, la alcaldesa, Miriam Andrés, calificó como un «jarro de agua fría» la noticia de que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo había rechazado la solicitud de subvención para rehabilitar Villandrando. El proyecto presentado por la anterior Corporación no alcanzó la puntuación mínima, ya que solo una pequeña parte del edificio, 180 metros cuadrados en la planta baja, estaba destinada a un uso turístico, mientras que el resto del espacio se había proyectado para albergar dependencias municipales.

El plan original, planteado por el equipo de PP y Cs, proponía que Villandrando acogiera la futura Oficina de Turismo y los departamentos de Tesorería, Recaudación e Inspección Tributaria, además de espacios culturales en el claustro, la capilla y los patios del edificio. Sin embargo, tras la negativa del Ministerio, Miriam Andrés anunció una revisión completa del proyecto. «Ahora que ya no estamos sujetos a ninguna subvención, lo adaptaremos a lo que el equipo de Gobierno considere más necesario y urgente», explicó.

La alcaldesa destacó que la rehabilitación de Villandrando debe tener un equilibrio entre las necesidades municipales y el potencial cultural y turístico del edificio. «Por su ubicación y valor histórico, también debe tener un carácter cultural y turístico más importante del que constaba en ese proyecto», afirmó.

Aunque el Ayuntamiento está explorando nuevas convocatorias de fondos europeos, el panorama no es alentador. Los fondos Next Generation, que han sido clave en proyectos recientes, están llegando a su fin, lo que obliga a buscar alternativas en otras líneas de financiación. Villandrando, adquirido por el Ayuntamiento en 2022 por 850.000 euros, sigue siendo un símbolo de la ciudad, pero también un recordatorio de los retos que enfrenta la gestión del patrimonio histórico.

Por ahora, la única certeza es que permanece en un limbo, sin el brillo de las suites ficticias ni la actividad turística que alguna vez se imaginó. Sin embargo, tanto la ciudadanía como las autoridades coinciden en que su rehabilitación es una prioridad. Lo que está por definir es cómo se concretará este objetivo.