Dos elementos naturales tan simples y tan a mano como la paja y el barro, que en otros tiempos ayudaron a levantar pueblos enteros, vuelven a cobrar protagonismo en la arquitectura del siglo XXI. Así quedó demostrado ayer en el transcurso de la jornada inaugural del Meeting Terra Ibérica, que pone el acento en su séptima edición en la «sostenibilidad» y el «equilibrio entre innovación y tradición» de la tierra cruda en las construcciones del presente y el futuro.
El salón de actos del palacio provincial fue el punto de encuentro de destacados especialistas de España y Portugal que abordaron algunos de los retos a los que se enfrenta el sector en el marco de este foro organizado por el Colegio de Arquitectos de León con la colaboración de la Diputación. Fue precisamente el vicepresidente segundo de la institución provincial, Urbano Alonso, el encargado de inaugurar un encuentro de «debate y reflexión» que apuesta por «un futuro sostenible para la arquitectura contemporánea» mediante el empleo «de materiales de kilómetro cero».
A renglón seguido, destacó el valor histórico y artístico de la arquitectura vernácula de la provincia, un patrimonio que animó a «difundir y proteger», ya que su desaparición supondría, a su juicio, «una pérdida irreparable de identidad no solo para Tierra de Campos, sino para toda la provincia».
Paja y barro para construir el futuroPor su parte, la decana del Colegio, Eva Testa, defendió la necesidad de potenciar las inversiones en proyectos eficientes y sostenibles y la labor que muchos investigadores están desarrollando «con el uso de materiales de antes para conseguir el confort de la arquitectura de ahora».
La primera intervención corrió a cargo de Pilar Díez, del equipo Palomares de Palencia, y Teresa González, jefa del Servicio de Promoción Económica de la Diputación, quienes profundizaron en el el programa de conservación, rehabilitación y restauración de arquitectura en adobe.