El Sevilla FC venció a la UD Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria (0-2) y dio un nuevo paso hacia la definitiva tranquilidad en LaLiga EA Sports gracias a los goles de Youssef En-Nesyri (minuto 43) y Dodi Lukébakio (90+3), en un partido condicionado desde muy pronto por la expulsión del defensa local Saúl Coco.

El central del conjunto isleño derribó a Nemanja Gudelj, cuando el centrocampista serbio encaraba el área local, y aunque el árbitro inicialmente castigó la acción con tarjeta amarilla, fue avisado por el VAR y tras revisar la jugada en el monitor, cambió su decisión y le mostró la tarjeta roja directa en el minuto 6, al entender que era el último defensor en una ocasión manifiesta de gol.

El conjunto hispalense pasó más apuros de los previstos en el segundo tiempo porque Las Palmas, pese a la inferioridad numérica, compitió muy bien, pero finalmente Lukébakio, culminando un contragolpe, sentenció la victoria sevillista en el tiempo de prolongación.

El Sevilla se encontró con esa inesperada ventaja numérica sobre el césped, pero la gestionó con mucha paciencia, porque no modificó su 1-5-3-2 y esperó a que llegara su momento.

Isaac Romero desperdició dos ocasiones muy claras en sendos mano a mano ante el guardameta Aarón Escandell, en los minutos 23 y 41, en las que utilizó el interior del pie izquierdo, pero sus lanzamientos se fueron desviados.

Poco antes del descanso, el marroquí Youssef En-Nesyri ejerció de delantero centro y conectó un gran cabezazo dentro del área, a centro de Gudelj desde la izquierda, para firmar su undécimo tanto liguero y poner con ventaja al Sevilla.

Las Palmas, al verse con diez futbolistas desde muy pronto, había modificado su posicionamiento inicial retrasando a Marvin Park al lateral derecho y situando a Álex Suárez de central; y por momentos tuvo incluso mayor posesión que su rival, pero no aguantó el marcador y se marchó al descanso en desventaja, y lo que es peor, con muchos de sus futbolistas fuera del partido, desquiciados con el árbitro.

En la segunda parte, el Sevilla lo tenía todo a favor, con un futbolista más que su rival y el partido controlado, pero necesitaba sentenciarlo porque su ventaja era exigua, mientras que Las Palmas debía arriesgar y reanudó el choque con nuevos bríos, amenazando con disparos lejanos del exsevillista Sandro Ramírez.

Quique Sánchez Flores reaccionó y dio una vuelta de tuerca a su equipo con los cambios porque el partido estaba cambiando peligrosamente de guión, a punto de romperse. Y también movió piezas Pimienta, en busca de rescatar al menos un punto.

Los amarillos vivían al filo de la navaja, con la defensa muy adelantada, y en el minuto 81 le fue anulado un gol a En-Nesyri, quien había finalizado con una sutil vaselina ante Escandell, en una acción ajustadísima de fuera de juego.

En otra transición, ya con el equipo local muy desnudo atrás, Agoumé entró en el área con ventaja y su pase hacia Lukébakio lo rechazó en corto Escandell, pero lo remachó a la red su destinatario para liquidar el partido.