La solidaridad es clave en todas las catástrofes, pero más si cabe con países tan cercanos y con raíces comunes como Marruecos. La población marroquí -1.200 personas residen en la capital y 600 en la provincia- se volcó desde el 8 de septiembre junto a palentinos y gente de países árabes para intentar paliar los efectos devastador del fuerte seísmo focalizado en el Alto Atlas, cerca de Marrakech, que dejó miles de víctimas y viviendas destruidas en zonas humildes. Tras doce días, ha concluido el trabajo solidario y se he dejado de recoger alimentos no perecederos y con larga caducidad, junto a ropa de abrigo de todo tipo y mantas, ya que en invierno las temperaturas a más de 2.200 metros se sitúan bajo cero de madrugada. también se han recaudado 2.500 euros en donativos. «Ya no había espacio y tenemos volumen suficiente para llenar un camión y, el que se había comprometido ha fallado, por lo que pedimos apoyo para que alguien pueda acercar la ayuda al memos hasta la frontera de España con Marruecos», explica a DP Tarik Dabaj, secretario del Centro Islámico Mezquita Palencia Essalam.

Para el coordinador de la campaña palentina de ayuda humanitaria todo el apoyo viene bien. «La reconstrucción de aldeas llevará tiempo y la población afectada debe resguardarse del frío invernal. En Magaz de Pisuerga reside Zahra, con una treintena de fallecidos entre sus muchos familiares en la localidad de Talouin, en la provincia de Taroudant. Allí queremos enviar todo lo donado en Palencia a través de una asociación que nos ha hecho llegar todos los documentos necesarios en la aduana.Además estamos en contacto con el consulado marroquí en España para que nos facilite apoyo en la entrada a Marruecos», señala.