500 años de devoción

Sara Diez
-

La Congregación Sacramental de San Miguel cumple cinco siglos este año. A lo largo de ese período de tiempo ha compenetrado y compaginado la acción eucarística con la social y la caritativa

500 años de devoción - Foto: DP

La Cofradía Sacramental de San Miguel cumple 500 años en 2024. Celebra los cinco siglos desde la redacción y la aprobación de un documento que venía a ratificar la actuación y el comportamiento autoimpuesto de un grupo de ciudadanos de Palencia congregados en torno a la antigua parroquia de San Miguel. 

En el transcurso de los cinco siglos de su existencia, «esta cofradía ha sabido compenetrarse y compaginar la acción eucarística con la social y caritativa, convirtiendo de la participación ciudadana una de sus señas de identidad», asegura Juan Pablo Ausín, portavoz de la cofradía. «El precepto de amor al prójimo es la norma constante de la cofradía desde su fundación, pues en innumerables actas se refleja el interés por la práctica de la caridad», explica. 

Se tiene constancia de cómo desde 1520 empezaron a actuar en labores sociales y religiosas, paralelas a la propia acción parroquial, en uno de los barrios más importantes de la ciudad que ejercía su función pastoral más allá del entonces recinto amurallado, siguiendo el Camino Real de Valladolid a lo largo de un importante número de huertas, batanes, aceñas y molinos.

500 años de devoción500 años de devoción - Foto: DPEl origen de la Cofradía Sacramental de San Miguel radica en el movimiento de exaltación de la devoción a Jesús Sacramentado que, a mediados del siglo XIII, se produjo en toda Europa. De este modo, se creó en el pueblo llano un sencillo sentido teológico, práctico y eficaz, que le condujo a participar de manera activa en la vida mística. 

Sin embargo, este movimiento no se oficializó definitivamente hasta que la bula II Pastoris Aeternis, promulgada por el Papa Julio II en 1511, dio origen a la creación de las hermandades sacramentales. De acuerdo con esta bula, la Cofradía Sacramental de la parroquia de San Miguel se fundó entre esa fecha y 1524, según algunos documentos de la época. 

Es la más antigua de todas las cofradías de la Diócesis. Surgió como fruto de la inquietud de un grupo de fieles y clérigos por la situación planteada en el seno de la Iglesia Católica. Según comentó Ausín, los motivos fueron la reciente aparición de la Reforma de Lutero y la proliferación, dentro de la propia diócesis, de falsas creencias y supersticiones de la posible procedencia judía o morisca.

500 años de devoción500 años de devoción - Foto: DPSi bien la Octava Mayor es, quizás, la tradición que mejor se ha conservado en esta cofradía. Este evento «es una fiesta creada para mejor honrar, reverenciar y obsequiar al Santísimo Sacramento. No en vano, este es el único fin para el que fue creada esta festividad por acuerdo de 1 de mayo de 1534», aseguró Ausín. La tradición perdura desde entonces y que, hasta la fecha, suma la celebración de un total de 125 Octavas Mayores por parte de la Sacramental de San Miguel.

Tal y como argumentó el portavoz de la Sacramental de San Miguel, una Bula del Papa Gregorio XIV autorizó el 7 de enero de 1591 la incorporación plena de la Cofradía a la Minerva. El 30 de noviembre de 1629, Urbano VIII otorgó una bula de Privilegios y del Jubileo de la Minerva a la Cofradía Sacramental de San Miguel en un pergamino. 

ACTUALIDAD. Cabe destacar que este año la Cofradía de San Miguel cumple 500 años de historia y servicio a la comunidad, de todo lo que llegó a ser como entidad. La Sacramental palentina preserva  el espíritu de sus cien cofrades. Una cantidad a la que se ha llegado en los últimos tiempos gracias a la incorporación de las mujeres a la comunidad religiosa, a partir de finales de los años 80; y a la paulatina llegada de nuevas generaciones, que mantienen la tradición familiar de pasar el relevo de padres a hijos.

500 años de devoción500 años de devoción - Foto: DPAsí que la congregación «fue en un pasado muy lejano y sigue siendo en la actualidad el mayor patrimonio de una hermandad», recalcó el portavoz de la cofradía. Por otro lado, San Miguel poseía un buen capital patrimonial, económico e inmueble que estaba custodiado en el Archivo Diocesano, las escrituras del palacio de la calle General Amor y en unas andillas procesionales. 

Al igual que las demás cofradías, esta comunidad supone una especial relevancia para los cofrades que pertenecen a San Miguel, puesto que asisten a las diferentes celebraciones y actos del Corpus Christi, al margen de acudir a cualquier otro requerimiento del abad en actos o actividades en que sea solicitada y en el apoyo mutuo con las otras cuatro cofradías que tienen su sede en la parroquia de San Miguel.