Tras dos campañas de sequía feroz aderezada con pedriscos y heladas ésta pinta mejor, pero el sector primario siempre está expuesto a riesgos. Javier Zarcero, director territorial de Agroseguro en la Zona Centro, evalúa el estado del campo a estas alturas del año y analiza las perspectivas para los agricultores en Castilla-La Mancha.
El pasado año, a estas alturas de la primavera, la situación del campo en Castilla-La Mancha era muy diferente. ¿El seguro agrario también lo confirma?
Sin duda. En estas mismas fechas del pasado año las dos delegaciones de Agroseguro en Castilla-La Mancha trabajábamos sin descanso para afrontar la evaluación de daños por sequía en prácticamente toda la superficie asegurada de cereal de invierno y cruzábamos los dedos para que la falta de precipitaciones o el pedrisco dieran un respiro al viñedo, al girasol, hortalizas… cosa que, desgraciadamente, apenas sucedió.
¿Y cómo avanza 2024?
Pues la verdad es que las precipitaciones registradas durante el invierno y la primavera en todo el interior peninsular ofrecen a nuestros agricultores una situación completamente diferente. La grave sequía del pasado año a todas luces no se va a repetir y es una buena noticia. No solo en términos de seguro agrario, también para nuestros productores, por ejemplo, de cereal, que, tras unos años de meteorología completamente adversa, en 2024 podrían ver en unas semanas las cosechadoras en pleno funcionamiento. Nos alegramos mucho del componente emocional, de que puedan disfrutar del fruto de su esfuerzo. Ojalá el verano sea razonable y productores de girasol, hortícolas, viticultores, de almendro… puedan tener la alegría de una buena campaña.
¿Están ya libres de riesgo?
No del todo porque, aunque la temporada de heladas podría haber terminado, aún nos queda por comprobar cómo termina la campaña de cereal y el papel destructivo que puedan ejercer las tormentas de pedrisco a partir de estas fechas, que es cuando hacen presencia casi a diario. Si fuera así, que a nadie le quepa duda de que el seguro agrario evaluará daños y cumplirá como todos los años.
¿Son riesgos preocupantes?
Lo son, pero no son tan masivos como una sequía que puede provocar siniestros en comarcas, provincias o regiones completas. En cambio, el pedrisco es impredecible, tanto en fecha como en ámbito. Puede descargar fuertemente sobre una zona concreta o varias, o puede no hacer acto de presencia en toda una campaña y arruinar todo el trabajo en apenas una tormenta a pocos días de cosechar o vendimiar.
¿Hay margen para asegurar?
Lo hay. Aquellos productores de cereal de invierno que no cuenten con póliza y que quieran suscribir los módulos de aseguramiento de primavera, que incluyen protección frente al pedrisco entre otros riesgos, tienen hasta el 15 de junio de plazo. También quienes quieran hacer uso de los módulos complementarios, que son las opciones de aseguramiento para aquellos agricultores cuya expectativa de producción vaya a ser superior a la suscrita inicialmente el pasado otoño. Nosotros también miramos el pronóstico del tiempo a diario para comprobar si este año el pedrisco respeta al campo.
¿Y el cereal de primavera tiene el mismo plazo?
En este caso un poco más, hasta el 31 de julio.
¿Cómo se encuentra la contratación de este año 2024?
Muy bien, los datos son muy positivos. Solo en los cuatro primeros meses del año el capital asegurado se incrementa un 12% respecto al año pasado y ya supera los 670 millones de euros en Castilla-La Mancha. Pero de todas las cifras que miden el aseguramiento, esa es la que menos sube. El número de pólizas crece un 29%, la producción cubierta aumenta un 31% en toneladas y hay, además, un 76% más de superficie asegurada. La tendencia de crecimiento que marcó el cierre del año pasado se mantiene y se confirma en el arranque del año 2024. Sin duda, en el campo hay incertidumbre ante la realidad climática y hay necesidad de afrontar la primavera y el verano con la tranquilidad de contar con una póliza de seguro agrario.
¿Satisfechos?
Mucho y, además, por varias razones. Porque conseguimos afrontar un 2023 muy complicado siendo útiles a nuestros clientes, que son los agricultores y ganaderos. Y también porque las cifras de contratación de pólizas para la campaña 2024 nos demuestran la confianza que tiene nuestro medio rural en el seguro agrario y en la gestión de Agroseguro. La herramienta es eficaz, es la mejor opción para afrontar los riesgos a los que se enfrenta una explotación agropecuaria y nos gusta sentir que el campo también lo entiende así.
Entre los riesgos ha citado usted antes la helada y el viñedo este año ha sentido y sufrido su aparición.
Sí. A finales del mes de abril, con la primavera ya en plena explosión, se han registrado varias noches con temperaturas inferiores a lo normal. Ha sido una mala noticia para el viñedo por su estado fenológico, en plena brotación. Hasta ahora hemos recibido partes de siniestro en, aproximadamente, 20.000 hectáreas de viñedo. Hay daños en explotaciones de las cinco provincias, pero sin duda la Manchuela conquense y las comarcas de Manchuela, Mancha y Almansa de Albacete concentran la mayor parte de los daños.
¿Hay siniestros por helada en otros cultivos?
Sí, pero más puntuales. Hemos recibido siniestros en cereal y hortalizas que habrá que evaluar y algún siniestro aislado de almendro, aunque afortunadamente el árbol ya había superado el momento de mayor sensibilidad al frío. En 2022, si recordamos, las gravísimas heladas de aquel año se produjeron en la primera semana de abril y causaron daños masivos en almendro. Para fortuna de los productores de frutos secos, este año las bajas temperaturas se registraron tres semanas más tarde. A veces, entre tanto siniestro, riesgo e incertidumbre, también hay alguna buena noticia.