Los países de la Unión Europea respaldaron ayer la decisión de rebajar el estatus de protección del lobo, que pasará de «estrictamente protegido» a únicamente «protegido», tal y como había reclamado en varias ocasiones Castilla y León ante el incremento de la población de este animal salvaje y el aumento de los problemas que provocaba, especialmente en las explotaciones ganaderas. Una decisión contra la que votó España, que fue uno de los pocos socios europeos que pulsó el 'no' a esta medida. Algo que el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, afeó como una «huida ideológica hacia adelante», al tiempo que remarcó que se trata de «un paso muy importante». Y es que esta modificación supone un paso previo para que Bruselas pueda plantear después una revisión de las reglas comunitarias que afectan a la gestión de esta especie.
Suárez-Quiñones agradeció a los 21 países su voto a favor y denunció el «abandono de la ganadería y el medio rural» que ha acometido el Gobierno «tratando de impedir que Europa siga dando los pasos necesarios para la coexistencia del lobo y la ganadería». El consejero de Medio Ambiente consideró este miércoles como «un gran día» para la ganadería de Castilla y León pese a la «tristeza y estupor» por la posición del Gobierno de España, que «no entiende al medio rural, a nuestra ganadería y está en contra de los intereses» de la Comunidad.
El Ejecutivo Europeo destacó que el regreso de los lobos a regiones de la Unión Europea en las que habían estado ausentes durante mucho tiempo y el aumento de sus poblaciones en nuevos territorios ha provocado un crecimiento del registro de ataques al ganado y conflictos con agricultores y cazadores. «A pesar de que la reaparición de los lobos es una buena noticia para la biodiversidad en Europa, la concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuyo poni fue matado el 2023 por un lobo en la finca que tiene en Alemania.
Desde la Consejería de Medio Ambiente manifestaron a Ical que las «mejores poblaciones» de lobo de Europa estaban en Castilla y León, al norte del río Duero, en zonas como la Sierra de la Culebra, Riaño y Mampodre o la Montaña Palentina, donde con el modelo de gestión aplicado hasta 2021 los daños eran «moderados», pero han aumentado hasta un 30 por ciento en estos tres años debido a las «limitaciones que se impusieron con el cambio de estatus legal del lobo». «Esperamos que la reversión de esta situación pueda facilitar la vuelta al equilibrio existente hasta 2021».
También se manifestó ayer en este sentido la consejera de Agricultura y Ganadería, María González Corral, que insistió en que necesario «replantear» en los ámbitos estatal y europeo la gestión del lobo ibérico, incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y cuya presencia tiene efectos que denuncian frecuentemente las organizaciones agrarias.