El Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León (Icscyl) celebra sus 25 años de existencia con el objetivo de conseguir la acreditación, por parte del Instituto Carlos III, del Instituto Biosanitario de Valladolid y dar los pasos necesarios para conseguir dotar a León y Burgos de estos centros que impulsan a la Comunidad como un referencia en materia de investigación científica. 

El director del Icscyl, el doctor, Alberto Caballero (Rioseco de Soria, 1959) detalla los hitos que ha conseguido este centro ubicado en un antiguo convento de Soria y que nació "con una escasa actividad" y con el propósito de formar a los profesionales sanitarios a través de la Escuela de Urgencias y Emergencias de Castilla y León, un proyecto pionero en España que se puso en marcha en 2006. 

Gracias a esa escuela además de hacer una formación intensa tanto al personal del sistema público de salud se formaron también a los agentes de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Después de formar a los agentes de la Comunidad y de Teruel se prevé hacer lo propio con los de la Comunidad valenciana.
"Gracias a la escuela somos pioneros en tener centros de simulación que permiten un entrenamiento y capacitación y formación en competencia profesional de todo el personal sanitario", afirma.

A partir del años 2010, el Instituto, que es una herramienta de gestión de la Consejería de Sanidad,  comenzó a tomar una fuerza importante, principalmente, en el área de la investigación y también en la innovación. Actualmente el Iscyl es la "pieza fundamental" en la creación del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca que forma parte de su estructura y  recientemente también ha sido "clave" en la creación del Instituto Biosanitario de Valladolid. "Nos encargamos de la gestión de la investigación de toda Castilla y León", subraya.

Para el centro soriano es "fundamental" la inclusión de estos institutos dentro de su estructura, ya que les permite contar con una mayor actividad y ser la "estructuras que da cabida a los mismos".  Además, el Instituto de Ciencias de la Salud de Castilla y León gestiona  los estudios clínicos del resto del hospitales y de Atención Primaria la Comunidad, y  actualmente cuenta con más de 1.400 ensayos clínicos activos.

Alberto Caballero indica que el número de ensayos clínicos es un dato "importante" para saber la implicación del sistema sanitario en el desarrollo de nuevos productos sanitarios y farmacológicos para los pacientes y que da calidad al sistema. 

"El Icsyl ha supuesto la base para la creación de una estructura de investigación que ha conseguido tener dos institutos de investigación: uno acreditado-el de Salamanca- y el de Valladolid al que le quedan entre dos y tres años para pasar el trámite. Además, es la base para la creación de otros dos institutos en León y Burgos. Nos encargamos, además, de estimular y potenciar la investigación en el resto de la región y organizar jornadas médicas", resume.

El director señala además que la comunidad científica y la industria farmacéutica ven "con buenos ojos" la investigación científica que se realiza y es gracias a la gestión que realiza el Icscyl, que cuenta con un control de gestión y administrativo perfectamente detallado y unificado de los ensayos clínicos. "La organización y gestión de este tipo de cuestiones tiene muchos pasos a seguir y nosotros lo hacemos con agilidad y transparencia".

Con un presupuesto de 14 millones de euros, actualmente trabajan bajo el paraguas del Icscyl, 300 personas. En Soria lo hacen once, aunque en los próximos días se van a ofertar nuevas plazas con la incorporación del nuevo Instituto de Valladolid. "Tiene que ser acreditado y debemos darle la estructura y soporte", apunta.

Para Alberto Caballero, el debe del Instituto es saber comunicar a la sociedad la capacidad investigadora del centro y estimular aún más la producción científica.  Alude a la importancia de que el Iscyl tenga sede en Soria, es decir que, a pesar de las "resistencias" de algunos profesionales a que se les supervise desde la ciudad, se ha conseguido descentralizar un servicio y crear empleo.  

Por otro lado, se refiere a que la "idiosincrasia" de Soria le impide contar con un instituto de investigación biosanitario, ya que no cuenta una masa crítica de personas y pacientes. Sin embargo, remarca a que desde el Instituto, junto con el Hospital Universitario Santa Bárbara de Soria, se estimula para que que los médicos internos residentes empiecen a investigar. Para ello, cuenta con el apoyo de Caja Rural que financia sus tesis. " Tienen la oportunidad de investigar de forma competitiva y les damos un apoyo extra para que puedan hacer una tesis doctoral con el pago de su matrícula.  El compromiso social de Caja Rural de Soria es importantísimo porque es la única entidad de España que apuesta por la formación de los médicos en la provincia", recalca.

En este aspecto, señala que todo aquel que quiera investigar en Soria lo puede hacer gracias al soporte del Instituto de Valladolid. "Creo que en Soria hay un cambio de mentalidad hay un movimiento de estudios clínicos en el hospital y en primaria, los profesionales sí quieren investigar y están animados", asegura. 

El balance de estos 25 años de vida del Instituto de Ciencias de la Salud es "muy positivo", según su director, quien precisa que se realizan entre 400 y 450 actividades de formación anual, se imparten másteres, y han crecido sobre todo en investigación, ya que el 85 por ciento de su actividad está relacionada con la gestión de la investigación de la región.

"Otro de nuestros retos es apoyar que el resto de las las áreas de salud puedan tener soporte técnico para becas e investigación", resalta para agregar que en el ámbito de la innovación  es impulsar la transferencia de conocimiento a la práctica.

El Instituto ha organizado un programa de conferencias, dispuesto en su web, para celebrar sus bodas de plata, que concluirá con un acto institucional de celebración del aniversario, todavía sin fecha prevista. 
Hasta Soria han llegado profesionales médicos para abordar desde el "sueño de acabar con el cáncer" hasta nuevas técnicas para curar las enfermedades oculares con células madres.

Durante la pandemia, el ICS se encargó de comprar material sanitario y ser "soporte" de la Consejería de Sanidad, una tarea "muy difícil" en los primeros meses, ya que se generó "un mercadeo" sobre todo a la hora de adquirir respiradores.

"Tuvimos abierto una cuenta para las donaciones de empresas y de personas. Además, estuvimos ágiles para impulsar que todas aquellas personas que quisieran investigar sobre el Covid lo pudieran hacer. De hecho seguimos teniendo una gran producción de ensayos  y una gran producción científica relacionados con este virus".