Una hora y media más tarde de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, fallecía a los 84 años, en una cama del hospital, uno de los atletas que dignificó el olìmpismo y el deporte español, el legendario Mariano Haro Cisneros, posiblemente, el mejor atleta español de todos los tiempos y con seguridad, el mejor deportista palentino de la historia. 

Mariano Haro Cisneros nació en Valladolid el 27 de mayo de 1940. Su padre, Mariano, también era atleta, De niño, junto a su familia, se trasladó a vivir a Becerril de Campos, la tierra de su madre, Fidela. Era el mayor de los siete hermanos. Su vocación por el atletismo fue tardía. De hecho, el deporte que más le apasionaba era el ciclismo. Dejó muy pronto de estudiar, para ayudar a su padre en el trabajo de albañil. Su irrupción en el atletismo fue casual. Se apuntó a una carrera organizada por el Frente de Juventudes en la capital (el 19 de marzo de 1959), que, por supuesto, ganó. Llamó la atención de Gerardo Cisneros, que fue su entrenador desde juvenil hasta su retirada, y comenzó la carrera de un deportista español de leyenda, que todos los días corría desde Becerril de Campos a Palencia, ida y vuelta. Diez días más tarde, ganaba el Trofeo Pascual, sobre 1.500 metros, ya en las pistas del Campo de la Juventud, que pasaría a ser su segunda casa desde ese momentos. Por aquel entonces, defendía los colores de la sección de atletismo del Atlético Palencia (lo que fue luego el desaparecido Palencia CF), para luego pasar al San Miguel y al mítico Educación y Descanso de Palencia. Desde ese momento, su carrera fue meteórica.

ídolo de masas. En aquellos años sesenta y setenta, el deporte español estaba literalmente en pañales. Su poderío a nivel internacional era poco menos que residual. Pero empezaron a florecer por generación espontánea pioneros. Fue el caso de los Santana, Ángel Nieto, Luis Ocaña o Mariano Haro. El León de Becerril, como se le bautizó, movía masas, era el ídolo de la afición española.

El último rugido del León de BecerrilCon Mariano Haro, el atletismo de nuestro país entraba en otra dimensión. Las carreras de campo a través reunían a millares de personas. Era un ídolo de masas. En España no tuvo rival. Fue once veces campeón nacional de campo a través, nueve de los 10.000,  metros, cinco de los 5.000 metros, una de los 3.000 metros obstáculos y otra de gran fondo. En total, 27 títulos nacionales.

A nivel internacional, con el legendario Educación y Descanso de Palencia, alcanzó dos títulos europeos por clubes y un subcampeonato (precisamente en Palencia). Cuatro veces subcampeón mundial de campo  a través. Fue 62 veces internacional. En las imágenes para el recuerdo, aquella Balastera llena hasta la bandera en ese Europeo, o en ese homenaje que se le tributó(cobrando incluso entrada) con el fin de que siguiese en Palencia. Las ofertas le llovían de muchos clubes de todo el país, pero nunca quiso irse de su tierra natal.

JUEGOS OLÍMPICOS. Cuando en el deporte español no ya alcanzar medalla sino acudir a unos Juegos Olímpicos era una hazaña, Mariano Haro participó en tres Olimpiadas: México 1968, Münich 1972 y Montreal 76. En tierras canadienses fue sexto en los 10.000 metros, ya con 36 años. En México, en los 3.000 metros obstáculos, era descalificado. Pero, sin duda alguna, la carrera que marcó su vida fue la final de los Juegos Olímpicos de Münich. Fue el reflejo de lo que fue su carrera. Valiente y atacante como nadie, siempre era aprovechado su generoso esfuerzo por un tercero. Tras romper la carrera, tras lanzarla, era sobrepasado por tres atletas, acabando en cuarta posición, a un paso de la medalla de bronce, batiendo, además, el récord nacional de los 10.000 metros, que perduró durante muchos años. Miles de emigrantes palentinos en tierras alemanas viajaron al Olímpico de Münich para ver aquel 3 de septiembre de 1972 la final de los 10.000 metros.

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