El ciclo de presentaciones de libros organizado por la Diputación bajo el lema De Varia Literaria se cerró ayer (última de las programadas desde el pasado 18 de diciembre) con la publicación titulada La venganza del campo (Almuzara), de Manuel Pimentel (Sevilla, 1961), escritor, editor, ingeniero agrónomo, licenciado y doctor en Derecho, diplomado en alta dirección de empresas y exministro de Trabajo. En este ensayo, el autor trata de responder a la pregunta de por qué el sector primario es «pisoteado y perseguido por la misma sociedad a la que da de comer».
Un abarrotado salón de actos del palacio provincial acogió esta velada cultural, entre cuyos asistentes cabe citar a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, quien subrayó que en una provincia como la de Palencia, los sectores agrario y ganadero «son los protagonistas, y más de la labor de una Diputación, cuyo compromiso con el mundo rural es diario». «Vemos -anadió- los problemas y dificultades y pensamos que alguien como Manuel Pimentel era una gran voz, en un día en el que queremos mostrar nuestro apoyo al sector primario, que hace que los demás vivamos cada día». «Palencia sin agricultura, nada. Es el sector motor y que nuestro futuro viene marcado por esas reivindicaciones», incidió.
Introdujo la sesión literaria la escritora y filósofa palentina Pilar Llácer, a quien avalan, entre otros méritos, más de veinte años de experiencia en sectores relacionados con la educación, la consultoría y los recursos humanos. «Hay ciertos sectores que, no por ser menos atractivos que el tecnológico, son fundamentales, como el primario. Hay una parte importantísima que es cómo hacer atractivo a los jóvenes este sector para poder no solamente trabajar sino hacer del mismo algo puntero», aseveró.
«El campo se vengará, al modo bíblico, con escasez y brutal encarecimiento de los alimentos, de la sociedad que lleva décadas despreciándolo», señala uno los subtítulos del libro. «Para los que estamos en esto era obvio que iba a pasar, que iba a haber una explosión de un sector muy maltratado, y no solo en lo económico sino en su valoración moral», afirmó Pimentel, quien explicó respecto al contenido del libro que aborda «el porqué el sector está protestando tanto y la cesta de la compra está subiendo como está subiendo. Ambas cosas están estrechamente vinculadas».
Los precios de los alimentos suben con fuerza y las olvidadas crisis alimentarias amenazan con reaparecer. ¿Por qué? ¿Por qué ayer sobraban alimentos y hoy parecen faltar? «El desprecio al campo y los desajustes de la desglobalización son las razones principales. Sin embargo, los responsables públicos culpan, injusta y demagógicamente, a distribuidores y agricultores, tratando de justificar sus propios yerros y desvaríos».
Este breve ensayo trata de comprender los porqués y los cómos de una situación «paradójica y contradictoria». «Protestamos por el encarecimiento de los alimentos al tiempo que prohibimos los trasvases, perseguimos a las granjas o cuestionamos los regadíos y los abonados, entre otras muchas limitaciones o interdicciones. Y, claro, eso no funciona».
«Los agricultores, ganaderos y pescadores no son parte de problema, son parte de la solución», recoge el libro.