Roberto Rodríguez publicó su segundo libro El canto del Pepús, una continuación a Mis amigos y otros animales. En sus publicaciones ensalza y refleja historias vividas y cuentos tradicionales de su pueblo, Villapún, según explicó él.

¿Cuándo decide empezar a escribir libros?

Hace unos 4 años cuando recopilé cosas del pueblo, como las tradiciones, los refranes y el vocabulario en mi página web. También cuando me empezaron a surgir historias de mi infancia y adolescencia en el pueblo.

¿Qué quiere transmitir a través de su primer libro?

Quise transmitir cómo era la vida en un pueblo en los años 70, 80 y un poquito de los 90, porque aunque yo solo estuve viviendo en Villapún hasta los 9 años si que venía mucho los fines de semana y en los períodos vacacionales.

Y, ¿a través del segundo?

Si en el primero trataba la tradición de las palabras de la zona, en este segundo también incido en ese aspecto, pero además doy mi opinión sobre aspectos de la España vacía, la vida en el pueblo y el medio ambiente. 

¿Qué relación existe entre los dos libros?

Quedaron tres capítulos sin publicar del primer libro y no podían perderse, así que los recuperé y seguí escribiendo más historias y anécdotas porque la gente me preguntaba por qué no había contado ciertas cosas. 

¿Por qué ese afán por dar tanta visibilidad al pueblo?

Villapún es un pueblo muy pequeño, viven unas 50 personas en él, y quiero que se vea que sigue teniendo mucha cultura residual, como el tema de las palabras o el de las tradiciones.

Son cosas que hay que contar para que el pueblo no muera. 

¿Qué significa para usted poder presentar el libro en su pueblo?

Para mí es un orgullo, lo hice con el primero y fue un éxito de asistencia, así que espero que les vuelva a gustar tanto a los vecinos.
La presentación será hoy a las 20 horas en la casa concejo. 

¿Tiene alguna idea para un futuro tercer libro?

Siempre hay ideas para otros escritos, aunque creo que ahora voy a parar un poco para darle su espacio a este segundo libro.

Pero si escribo algo más, no creo que sean aventuras de mi pueblo.