José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Amigos para siempre

04/10/2023

Corría el mes de septiembre de un par de años atrás cuando, en un día de sentimientos acallados y emociones a flor de piel, tuvo lugar, en el marco siempre acogedor de nuestra eterna «Palencia querida», el esperado y feliz reencuentro de nuestro grupo de amigos de siempre que teníamos en nuestro debe particular y de grupo la necesidad de volver a estar juntos. 
Ahora, pasado aquel tiempo, el deseo de una nueva cita de todos nosotros, volvió a llamar con fuerza a nuestras puertas, creciendo la emoción cara a un nuevo encuentro.  Que se fue fraguando poco a poco, hasta llegar a producirse un gran momento de alegría y satisfacción tras volver a reunirnos un sábado de finales de este pasado septiembre.
Y allí estuvimos frente por frente, con la sonrisa a flor de piel y satisfechos y emocionados por tan imborrable ocasión. Disimulando quizá alguna arruga más en el rostro o peinando tal vez alguna que otra cana más en el cabello; pero, desde luego, con el corazón un tanto exaltado, aunque controladas las emociones al ritmo que iban marcando los recuerdos.
Así que, con la alegría por el reencuentro aflorando a cada instante, íbamos sintiendo cómo el tiempo se nos pasaba en un abrir y cerrar de ojos, como si nos lo fuésemos bebiendo sorbo a sorbo, entre anécdotas del pasado y noticias del hoy; sintiendo cómo la mañana se rendía solícita ante nuestros deseos.
Igual que lo haría poco después la tarde, tras la comida de confraternización con el regusto siempre de los «sabores» palentinos, y los originales brindis de rigor, mientras chocábamos nuestras copas una y otra vez en señal de amistad.  
Para, sin solución de continuidad, dejarnos caer a continuación en los brazos de la noche donde, su magia, unida a nuestras interminables conversaciones con temas de aquí y de allá, propiciaban que regresásemos a veces a algunos de nuestros momentos de aquel otro ayer.
Y poco a poco, con la sensibilidad a flor de piel, nos vimos inmersos en medio de una serie interminable de abrazos que iban a marcar nuestras despedidas; con la emoción asomando al corazón de cada uno de nosotros, buscando quizás ocultar la pena de aquel adiós.  

ARCHIVADO EN: Palencia, Magia