Arturo J. Pinto

El rincón del abad

Arturo J. Pinto


Distintas épocas, mismas formas

02/08/2024

Hoy recordamos a Francisco de Reinoso, abad de Husillos, coetáneo de Felipe II, con el que tenía buena sintonía, consiguiendo que el rey visitara su iglesia-abadía para conocer las reliquias, entre ellas el pie de San Lorenzo, que el monarca se llevó al Monasterio del Escorial. El abad Reinoso logró gran esplendor para su abadía, cuyo legado duró hasta que el duque de Lerma -valido de Felipe III-, que se hizo rico manejando el tráfico de influencias y la corrupción, cameló a su rey con falsas promesas o cambios de opinión para trasladar dicha abadía a Ampudia. 
Como excusa, este autócrata adujo que Husillos tenía escasa población, pero el motivo fue su ambición por la riqueza y el poder a cualquier precio.
Aprovechando que el Carrión pasa por Husillos, esta página histórica no es diferente en las formas a nuestra actualidad, donde el presidente del Gobierno demuestra comportamientos públicos autocráticos, en plena democracia española. 
No conforme con aprobar la cuestionada amnistía a los independentistas para conseguir el poder, ahora, con el mismo objetivo, vuelve a cambiar de opinión y la de su partido acrítico -rompiendo los principios del PSOE de justicia, igualdad y solidaridad-, e intenta de nuevo cruzar las líneas rojas de la Constitución pactando con aquéllos para que Cataluña tenga un régimen fiscal diferente, que rompe el principio de solidaridad que ha regido la España de las autonomías -a través de la 'caja única', donde las comunidades ingresan parte de su recaudación, que se redistribuye con el fin de reducir desigualdades entre habitantes de las distintas autonomías-, lo que amenaza el mantenimiento equitativo de los servicios públicos en el territorio nacional.
Llevamos un año soportando monotemas relacionados con Sánchez, incluido las supuestas irregularidades de su entorno familiar, sin dar explicaciones -quien calla, otorga-, mientras los españoles intentamos sacar adelante nuestro proyecto de vida, con una economía doméstica cada vez más complicada.