Hacer una valoración de un partido o un equipo en plena pretemporada y más cuando se trata de un conjunto casi nuevo, en plena construcción, es un atrevimiento. Más allá del resultado, hay que fijarse en los detalles, guiarse de las sensaciones. Zunder Palencia cayó, sí, 82-86 en la prórroga, y quedándose a ocho décimas del triunfo, ante un equipo consolidado en ACB y que jugará en Europa, pero los morados ofrecieron buenos y esperanzadores momentos. 

No deja de ser una pretemporada difícil, de acoplamiento plantilla-técnico, de acondicionarse a la nueva aventura de la Liga Endesa y todo ello sin tres de los jugadores que formarán su plantel, los mundialistas Benite y Anzejs Pasecniks, y el  relevo de Iván Cruz, cuya lesión tiene gravedad (ayer caminaba en el pabellón con muletas).

El Zunder estrenó su nueva equipación morada de Hummel, que bien podría ser la orange, el color de los Países  Bajos. Los tres jugadores neerlandeses fueron los protagonistas y no sólo en puntuación (anotaron 49 de los 82 puntos palentinos), sino en peso específico en el equipo. Keye Van der Vuurst, pese a su juventud, demostró tener talento y personalidad, dirigiendo muy bien al equipo, aunque acabase fundido al ser eliminado por cinco personales el otro director de juego, Brown.

Zunder cae en la prórroga - Foto: Óscar NavarroYannick Franke está respondiendo a lo que de él se esperaba. Asume la responsabilidad, se echa el equipo a la espalda y no parece temblarle el pulso. Partidazo el suyo, 23 puntos y 32 de valoración. Y Matt Haarms, el techo del equipo, respondió a cualquier duda sobre él. Suple su ausencia de kilos con muy buenos movimiento técnicos en la pintura y además tiene carácter. Fue otro de los destacados.

En el lado contrario, Chumi Ortega (atronadora la ovación en su presentación), que en este arranque de temporada no tiene el protagonismo de las dos últimas campañas. No es preocupante, tarde o temprano se verá al pregonero en su esplendor. Implicación no le falta.

El norteamericano Leissner, como extracomunitario que es, debe ser el referente, el jugador diferencial. Pero ayer no lo fue, incluso a ratos pasó hasta inadvertido. Tuvo  buenos detalles (tres triples de seis intentos) que apuntan a que puede llegar a ser un jugador importante. Le falta adaptación e integración da la sensación.

Zunder cae en la prórroga - Foto: Óscar NavarroBien Brown y la vieja guardia. Kamba, Manu Rodríguez y Chema González, cumplieron con el papel encomendado, aprovechando sus minutos. Omeragic que no formará parte de la plantilla, pero está echando una mano para tapar huecos, tuvo la recompensa a su trabajo con quince minutos de juego.

En cuanto al partido, la inferioridad de centímetros y peso, algo que sucederá en muchos partidos de esta temporada, obliga a una defensa intensa, muchas rotaciones, para mantener la frescura, y acierto en el juego exterior. No es de extrañar que en el descanso del partido el balance de faltas personales fuese de 12-5 (27-17 al final del choque).

Los de Porfi Fisac (de vuelta al lugar en el que triunfó como jugador y también en su corta etapa como entrenador morado)  estuvieron durante una gran parte del encuentro por delante en el marcador, pero el Zunder siempre estuvo cerca, nunca se dejó ir.  (16-24 en el primer cuarto y 35-40 en la mitad del tiempo regular). Kravic hacía mucho daño en la pintura y Smith en el lanzamiento exterior. Cuando el partido parecía sentenciado para los maños, surgió la magia del pabellón. Franke puso la chispa para encender La Caldera de Castilla y después de la mínima ventaja en el arranque del partido, los morados volvían a ponerse por delante en el marcador. El triunfo parecía quedarse en casa, (74-71) pero Yusta, en un triplazo a ocho décimas para el final, forzaba la prórroga.

En la misma, el Casademont tiró de experiencia para llevarse el partido ante un Zunder que acusó cierto y lógico cansancio y el peso de las personales. Hay que quedarse con lo positivo: este Zunder, pese a las ausencias, es competitivo. Toca ahora esta semana el amistoso a puerta cerrada ante elBaskonia en Vitoria y el segundo asalto ante el Zaragoza en Ejea de los Caballeros.