«Prefiero ganar por 5-4 que por 1-0», defendía Johan Cruyff, una máxima que el Barcelona de Xavi Hernández parece haber aplicado parcialmente en un inicio de curso en el que ha encajado ocho goles en siete jornadas de LaLiga, los mismos tantos que la pasada temporada recibió en las primeras 23 fechas.
Marc-André ter Stegen, vigente Zamora tras recibir 20 dianas en la 22/23, solo ha conseguido dejar la portería a cero en las victorias contra el Cádiz (2-0) y el Betis (5-0) y en el empate en Getafe (0-0).
Por contra, en las remontadas contra el Villarreal (3-4), el Celta (3-2), en el triunfo contra Osasuna (1-2) y en el último empate contra el Mallorca (2-2), el vigente campeón ha titubeado en la parcela defensiva.
Unos guarismos que contrastan con las 26 puertas a cero que el alemán fijó el curso pasado, igualando el récord de Paco Liaño con el Deportivo en la 93/94.
Y es que en hasta 11 ocasiones la escuadra catalana ganó por 1-0 ante cinco rivales en el Camp Nou (Celta, Getafe, Valencia, Atlético de Madrid y Osasuna) y seis fuera de casa (Mallorca, Valencia, Atlético, Girona, Villarreal y Athletic Club). Este curso todavía no ha repetido este resultado.
¿Pero por qué el Barcelona de la temporada 22/23 está encajando más goles en este inicio de curso? Tras el empate (2-2) ante el Mallorca, Xavi Hernández habló de «errores puntuales» para analizar los dos tantos del conjunto de Javier Aguirre, si bien reconoció que el equipo no es tan fiable atrás como el año pasado.
«El problema es que hay que estar más atentos, y tenemos que mejorar. No es un problema de atacar a líneas de cinco, y sí de estar atentos en defensa», valoró el entrenador de Terrassa.
Los datos avanzados contabilizados por BeSoccer confirman las palabras de Xavi. El Barça de la 22/23 recibía 2,85 disparos a puerta por encuentro, de los cuales un 18,52 por ciento acabaron en gol. En las primeras siete jornadas, el vigente campeón de LaLiga ha recibido 3,85 tiros a portería por choque y un 29,63 por ciento han terminado en la red de Ter Stegen.
cambio de piezas. También es cierto que el vigente campeón jugó la pasada campaña muchos partidos con una defensa formada por tres centrales, con Jules Koundé o Ronald Araújo ocupando la posición de lateral derecho.
Ahora, con la llegada de Joao Cancelo, el Barcelona afronta los choques con dos laterales ofensivos -el luso y Alejandro Balde- y los centrales quedan más expuestos.
Y sus oponentes saben cómo hacerle daño. El sábado pasado, Rafa Benítez jugó con dos puntas -Larsen y Aspas-, un esquema que repitió en Son Moix Javier Aguirre, dando la alternativa a Vedat Muriqi y Abdón Prats, autores de los dos goles.
Pero lo que pierde atrás esta temporada lo gana en la parcela ofensiva. El conjunto culé 23/24 tiene, hasta el momento, más pegada que el equipo de la 22/23, cuando anotaba 1,82 dianas por partido con un 35,75 por ciento de efectividad. En la presente campaña tiene una media de 2,57 tantos y un 40 por ciento de acierto.
En definitiva, Ter Stegen tiene un peor porcentaje de paradas -82,69 por ciento el curso pasado y un 70,3 actualmente- y los jugadores de campo son más efectivos que antaño. Una cuestión de áreas.
«Tenemos errores puntuales y nos tenemos que concentrar más. Lo hicimos el año pasado prácticamente con la misma defensa, entonces tenemos que mejorar ahí porque ahí creo que está el punto débil. Al final, generar hemos generado y hemos atacado, quizá teníamos que tener más paciencia y más calma, pero creo que hemos generado ocasiones para ganar el partido, el problema ha sido conceder demasiado», expresó el entrenador egarense tras el duelo en Son Moix para resumir la situación del equipo.