Un pregonero a la altura

Noelia Tadeo
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Emilio Fernández-Piñeyro y Hernández será el encargado de pronunciar el pregón con el que darán comienzo los festejos. El acto, precedido de la proclamación de las damas y caballeros 2024, será el viernes a partir de las 21 horas

Un pregonero a la altura - Foto: DP

Las fiestas patronales de Osorno la Mayor tienen una serie de eventos tradicionales que no pueden faltar estos días, como la proclamación de las damas y los caballeros, las verbenas o la misa en honor a San Miguel de los Santos. Pero si hay un acto que no se puede pasar por alto es el pregón, que da comienzo de forma oficial a un fin de semana cargado de actividades para todos los públicos.

Este año el encargado de pronunciar unas sabias palabras que animen a disfrutar de las fiestas organizadas por el Ayuntamiento, las peñas y las asociaciones será Emilio Fernández-Piñeyro y Hernández, cuya vinculación al municipio es muy fuerte gracias a su esposa María Luis de Torres Soto, primera en conocer la grata noticia. 

Y es que, no se puede pasar por alto que son descendientes de la familia Torres, donde sobresalen las figuras de Juan Luis de Torres Aspiunza, su suegro, que se ha encargado de restaurar la famosa Casa de Abajo en la localidad; así como Fernando de Torres y Almunia, el que fuera diputado en el siglo XIX y al que le dedicaron una plaza, y Ángel de Torres y Ossorio, ingeniero de caminos, que «también tiene una calle dedicada por los grandes beneficios que consiguió para el pueblo a principios del siglo XX», explica el pregonero. 

Este doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, es, en la actualidad, asesor en el gabinete del jefe del Estado Mayor de la Defensa, así como en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden). 

Fue la alcaldesa de Osorno, María Félix Dehesa, quien le propuso dar el pregón hace ya un tiempo y para Emilio Fernández-Piñeyro y Hernández fue «una alegría» y «una pequeña sorpresa». Rápido aceptó la propuesta «porque tengo mucho cariño a la villa y a sus habitantes». Es más, está muy agradecido con la regidora y la corporación municipal, pues al haber pensado en él se siente «muy honrado», más «por el honor de haber sido elegido pregonero que por serlo». 

Gracias a la tradición familiar y a las jornadas que desde que contrajo matrimonio ha pasado en esta localidad terracampina, Emilio Fernández-Piñeyro y Hernández se siente «un osornense más, aunque no lo soy de nacimiento». De hecho, asegura no haber faltado «prácticamente ningún año a estas fiestas de la primera semana de julio, así como a otros momentos del año en lo que solemos estar».

Por eso, la idea es no perderse ninguna actividad de las que se han programado para este fin de semana, donde el ambiente festivo colma cada rincón con el fin de honrar a San Miguel de los Santos.

Un momento único. Ser pregonero de las fiestas es un cargo que pocos pueden alcanzar, pero los elegidos son auténticos privilegiados que aprovechan la ocasión para demostrar su orgullo. Es el caso de Emilio Fernández-Piñeyro y Hernández.

Es más, este experto en asuntos de Defensa define a la perfección el acto, pues asegura que «la finalidad de todo pregón es alabar públicamente y en voz alta los hechos y las virtudes de una persona o de una comunidad», por eso, «voy a tratar de exaltar las cosas positivas que he visto y vivido en Osorno», añade.

Y es que «de Osorno realmente tengo mucha cosas buenas que decir. Creo que es una villa en la que siempre he sentido una acogida amable, sencilla, llena de naturalidad, algo muy propio de una localidad castellana que está llena de vecinos nobles, abiertos, extrovertidos y sin doblez». Y de todo ello hablará en su pregón de este viernes a las 21 horas.

Aunque el texto aún es una sorpresa, el pregonero de este año hará referencia a una característica propia de la villa, pues considera que es «la hospitalidad», ya que «es tierra cercana al Camino de Santiago, al Camino Lebaniego y es, por lo tanto, una localidad de grandes horizontes, siempre abiertos, donde la llanura castellana siempre ensancha y abre el alma», una bonita forma de resaltar el espíritu osornense.