Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Cumpleaños con segunda lectura

22/12/2023

La Infanta Elena celebró sus 60 años con un almuerzo familiar. La noticia se ha completado con imágenes del Rey Juan Carlos que llegaba desde Abu Dhabi con escala en Ginebra y los Reyes Felipe y Letizia caminando hacia el restaurante.

El encuentro, sin embargo, tenía mucha más relevancia que festejar un cumpleaños de número redondo. No solo porque se encontraron los cuatro reyes con sus hijos, nietos y otros familiares, sino que lo han hecho porque los cuatro coincidieron en la necesidad de aparecer juntos. No solo por cariño a la Infanta, sino porque había que dar un paso indispensable para la Corona.

No es ningún secreto que D. Juan Carlos y D. Felipe mantienen diferencias serias, como las hay también entre otros miembros de la familia real, provocados por cuestiones personales; pero a la hora de la verdad aparecen unidos como una piña, porque por encima de todo está no solo el afecto sino la defensa de la institución a la que representan.

La Corona está en peligro. Parte de los políticos y dirigentes sociales se confiesen republicanos, eso no es nuevo. Lo han sido la mayoría de los presidentes de gobierno, empezando por Felipe González, que, sin embargo, fue ejemplo de respeto institucional y también de afecto sincero al Rey Juan Carlos. El problema de hoy, de ahora, de estos días tan preocupantes por muchas cosas, es el desprecio a la Corona del que hacen alarde no solo los socios del gobierno sino el propio gobierno. Con el presidente a la cabeza.

En estos años no ha desaprovechado ninguna ocasión para demostrar públicamente que no acepta el papel de D. Felipe como Jefe de Estado, trata de ningunearle en actos que siempre ha presidido el Rey, lo ha hecho esperar en público, no ha cumplido con el protocolo en multitud de ocasiones y, acaba de negarle la compañía de un ministro de jornada en sus viajes oficiales a Argentina y Kuwait, cuando es obligada esa presencia.

El resultado de estas maniobras impropias de un gobernante hacia su Jefe de Estado, no ha sido el esperado: cuanto más intentan Sánchez y su corte hacer público su escaso respeto al Rey, más arrecian los gritos de rechazo al jefe de Gobierno y más fuertes son los de apoyo que dedican a D. Felipe.

La "foto" del cumpleaños de la Infanta Elena pone fin a la idea de que las diferencias entre D. Juan Carlos y D. Felipe eran de imposible solución. Seguirán los motivos de distanciamiento, en gran parte de tipo privado, pero cuando desde el gobierno se intenta dañar la Corona, ahí están los dos como un solo hombre, con la familia arropando a dos reyes que representan el periodo más estable de la historia de España, en un caso y, en el otro, un presente que D. Felipe vive con valentía y coraje. Indispensables para construir un futuro en el que España vuelva a ser lo que fue: un país esperanzador, con dirigentes que pensaban en el bien común, no en su propios intereses.