La modernización de los medios de transporte así como la abundancia de instalaciones hoteleras para todos los gustos y presupuestos han hecho del viaje el modo más deseado de ocupar el ocio. Baste observar el estado de las carreteras, estaciones y aeropuertos; especialmente durante los fines de semana, puentes y festivos en general, en que parece atacarnos una febril actividad viajera. El tren es uno de los medios más utilizados en el mundo desde hace más de doscientos años, debido a su comodidad y facilidad de uso por todo tipo de viajeros. La llegada del Ave a España, hace ya más de treinta años, redujo la duración de los viajes consiguiendo que el tren sea el medio de desplazamiento preferido por la mayoría de los viajeros y esto es así a pesar del deterioro que este servicio está sufriendo en España. Yo soy una frecuente usuaria del tren y no recuerdo cuándo fue la última vez que viajé sin retrasos. Ya nos avisó el ministro del ramo, Oscar Puente, de que deberíamos acostumbrarnos a las incidencias porque no estaba en su proyecto inmediato la renovación de la flota ferroviaria. Así se suceden, una tras otra, las averías que tantos inconvenientes provocan en los usuarios. La compañía Renfe se anuncia como comprometida con la puntualidad, compromiso que dejó de cumplir hace mucho tiempo. Los usuarios de trenes Ave reciben indemnización económica en cuantía proporcional a la duración del retraso, llegando a la devolución del 100% en demoras de una hora. Este sistema está produciendo grandes pérdidas económicas a la compañía. Por eso ha ampliado la duración del retraso para percibir la indemnización, de una hora a una hora y media. Por otra parte, la mayoría de las estaciones se encuentran en estado de permanente incomodidad para los viajeros. Escasez de asientos, fallos constantes en el funcionamiento del aire acondicionado que provocan, cuando se van acumulando los retrasos de los trenes, situaciones caóticas y arriesgadas, por excesiva acumulación de viajeros que esperan la llegada de los trenes. El ministro, tan locuaz como zafio, debería ser más productivo y ponerse a trabajar para que viajar en tren en España deje de ser una peripecia de riesgo.