Cuarenta años de color amarillo

César Ceinos
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La librería universitaria Mentor, más conocida por el tono de la pintura del establecimiento, celebra sus cuatro décadas de historia reivindicando el comercio local y las compras en Palencia

Juan Carlos Maté lleva diez años como propietario de la librería Amarilla. - Foto: Óscar Navarro

La librería universitaria Mentor de Palencia cumple cuarenta años. Quizá a algunos de sus clientes este nombre les suene a chino, puesto que es más conocida por todos como la librería Amarilla. La razón de este sobrenombre es  sencilla: el color que predomina en la decoración del establecimiento comercial situado en el paseo del Salón, según explica su actual propietario, JuanCarlos Maté, que se hizo cargo del negocio hace diez años. 

«Trabajaba en el sector de la banca y a raíz de la crisis económica de 2008 tenía que buscar otra salida. Este era un sector que me gustaba y la librería era una oportunidad, así que me decidí por ella», comenta el empresario, que regenta actualmente la tienda con dos personas a su cargo.Como la ciudad rebautizó la librería, al igual que ha hecho con otros puntos palentinos -un ejemplo muy claro es la estatua de La Gorda, cuyo nombre realmente es el de la Mujer Palentina, Maté utiliza tanto uno como otro. «Desde que la tengo lo que hice fue adaptarme a ello. En todos los sitios pone librería Amarilla, aunque seguimos manteniendo el nombre de Mentor, en parte para que los proveedores no se confundan de negocio cuando van a descargar los productos.

El gerente recuerda que el fundador del establecimiento abrió sus puertas en 1982 y que él cogió el traspaso a su hijo, algo de lo que en estos momentos está muy satisfecho. «Es una inversión de la que no me arrepiento», asegura Maté, que pasó de ser un empleado a su propio jefe. «Aquí decido yo, aunque es cierto que trabajo más horas, sufro más, tengo más dolores de cabeza, pero soy más libre para tomar mis propias decisiones y estructurar las cosas como quiera», declara el vendedor, que se enganchó al sector porque era amante de la lectura y de los libros. «Desde fuera, este negocio se ve de una forma idílica. De hecho, muchos de los que vienen aquí han dicho alguna vez que les gustaría tener una librería o trabajar en una, pero una cosa  es verlo desde fuera y, otra, el trabajo que hay detrás de gestión. No es solo vender libros», subraya Maté.

De hecho, destaca que en el sector de las librerías es difícil «comprar para dar acceso al libro que quiere cada lector». «De las distribuidoras y editoriales de renombre no hay problema para conseguir algo, pero hay gente que tiene interés en cosas muy especializadas. Y conseguirlas lleva mucho trabajo y a veces no es posible», lamenta el vendedor, que ofrece todo tipo de libros. «Vivimos de los muchos pocos. Es una librería generalista en la que para subsistir tienes que vender de todo: guías de viajes, cuentos infantiles, best seller y libros de bolsillo. No hay una sección que sostenga a toda la librería», detalla. Eso sí, tampoco se olvida de los autores locales, a los que dedica una parte del escaparate.

Por último, en estos momentos, destaca la importancia del comercio local en la ciudad y aboga por que los palentinos compren en establecimientos físicos. «Aquí generamos riqueza con nuestros impuestos, pero también hay unos gastos (limpieza o gestoría) que repercuten en Palencia», sostiene Maté, el propietario de «tu punto de encuentro desde 1982», según reza el lema que aparece en el cartel de la librería.